jueves, 31 de agosto de 2006

En Castro Urdiales

Después de un día completito ayer en Santander, con mucho sol y todo, hoy he llegado a Castro Urdiales después de comer. He venido al sitio del congreso, donde no quedaba mucho por hacer ya, y dentro de un rato iremos a cenar unos cuantos. Ahora tengo a Álvar aquí sentado a mi lado, por supuesto no se imagina que estoy escribiendo sobre él. Después serán tres días tranquilos, iré a muchas charlas si puedo para ver qué hace otra gente e inspirarme, porque últimamente me he dado bastante cuenta de que este año en Montreal lo he desperdiciado bastante, científicamente hablando.

Lástima que no me funcione la conexión, no puedo poner fotos, más adelante.

martes, 29 de agosto de 2006

Menos suspense, pero hay

Estaba yo aquí tirado en el sofá perdiendo mi tiempo de vacaciones por un inmenso ataque de vaguitis, y me ha dicho Rana que ya ha llegado mi permiso de trabajo. Ahora hace falta que me llegue para llevarlo conmigo en el viaje, me lo mandará por correo urgente o parecido; hay más de diez días para que llegue, y ella se queda con una copia que me mandará por fax por si acaso; aunque como han mandado el permiso directamente, que es el documento oficial, no me vale con una copia. Estaré nervioso hasta que llegue.

Mientras tanto me voy a Santander mañana, y desde allí a Castro Urdiales, para volver el lunes. Es para un congreso, supongo que será una mezcla de conocer gente, ir a charlas, y aburrirme. Espero que llueva un poco menos de lo habitual.

viernes, 25 de agosto de 2006

En el ICM

Hoy he ido al International Congress of Mathematicians 2006, un congreso muy importante que tocaba precisamente en Madrid este verano. No me he apuntado (mi producción científica deja bastante que desear últimamente, no tenía nada con lo que contribuir) pero me he pasado hoy porque mi jefe daba una charla, así le veía y a ver también si contaba algo interesante. Así que me he recorrido Madrid de una punta a otra (magnífica idea la de tener 6 líneas de metro en obras, de las 12 que hay).

Aparte de la charla de mi jefe, he visto a compañeros y amigos de Santander, de Madrid, incluso a dos personas a las que conocí en mi época de instituto, hace unos trece años: Gonzalo, un uruguayo al que me encontré en Montreal y de nuevo aquí, y Antonio, un sevillano al que también conocí por entonces en la olimpiada de matemáticas. Ha estado genial.

También me ha dado un libro mi amiga Merche, antigua profesora mía del instituto, sobre un profesor de la Complutense de Madrid que murió hace pocos años, y que dejó un gran legado en enseñanza de las matemáticas a todos los niveles. Yo le tuve de profesor en la carrera, no me impresionó como profesor, y no me parecía uy cercano, aunque evidentemente no le conocí bien, porque muchísima gente opinaba lo contrario. He venido leyendo el libro en el metro y resulta muy inspirador, creo que volveré a leer sus libros de matemáticas divulgativas, eran muy sencillos y estimulantes al mismo tiempo; siempre puede uno recuperar cosas de antes y probar, ahora que voy a tener alumnos. Ya os contaré algún día las teorías que he ido leyendo acerca del aprendizaje de las matemáticas y su relación con el funcionamiento del cerebro. Cuando vuelva de vacaciones, ¡claro!

miércoles, 23 de agosto de 2006

Mal empezamos

Ya estoy en España, llevo desde el domingo, pero no he escrito antes porque se me juntaron las ganas de descansar y hacer el vago, con una gastroenteritis que ha llevado por la calle de la amargura los últimos dos días. A partir de hoy empezaré a ver a mis amigos y tal, el viernes iré al congreso internacional de matemáticas que se está celebrando en Madrid para ver a mi jefe (si me dejan entrar), y el finde siguiente me iré a Santander. Poco más por ahora...

viernes, 18 de agosto de 2006

De vacaciones

Me voy mañana a Madrid, por fin. A pasar tres semanas, con algo de trabajo, mucho de amigos y familia, ya veremos cuánto calor. Me da pena irme, también, pero aprovecharé el tiempo allí.

El siguiente post, desde Madrid.

martes, 15 de agosto de 2006

Susto y déjà vu

Ufff... qué mal rato he pasado. Resulta que se me caduca el permiso de trabajo mientras estoy de vacaciones, y ya había pedido el otro pero seguramente llegará cuando me haya ido ya. El año pasado, en la misma situación, bastó con una fotocopia del permiso, que estaba en Canadá, cuando llegué al aeropuerto. Además, sabía que podía haber pedido un permiso al llegar, si había algún problema con el otro (arriesgándome a que me lo denegaran y me tuviera que volver, pero no era probable).

Pues bien, he llamado a Inmigración de Canadá para asegurarme, y me han dicho que no a las dos cosas. O llego con mi permiso original (no copia) o nada. Y he vuelto a llamar, porque no es la primera vez que se contradicen: el año pasado intenté saber si necesitaba un cierto papel o estaba exento y, tras varias llamadas, la "encuesta" al servicio telefónico me daba un resultado de 3 a 2 a favor de no pedirlo. Lo pedí, claro; al final resultó que no hacía falta.

Hoy las dos llamadas me han dicho lo mismo: no a las dos cosas. ¡Pero el año pasado entré con una fotocopia! ¿Cómo va a ser que ahora no se pueda? Así que la segunda vez he dicho que quería quejarme; me han puesto en espera, he esperado diez minutos, me he cansado y he vuelto a llamar. La tercera vez me han dicho que sí a las dos cosas, todo es como yo creía/sabía. Como no había preguntado los nombres no he podido poner una queja, me ha pasado como con UPS. La próxima vez va a ser lo primero que pregunte (porque habrá más veces... ¿no lo tenéis ya tan claro como yo?)

lunes, 14 de agosto de 2006

Deporte por fin, y otros entretenimientos

Y luego dicen que el deporte es bueno. Después de haber intentado jugar al fútbol varias veces (nunca encontraba a la gente que va a jugar) ayer domingo lo conseguí. Claro, con tanto tiempo sin hacer nada de ejercicio, a los diez minutos ya estaba echando los pulmones por la boca; pero seguí, me esforcé, y me lo pase genial. Ahora me toca pagar el precio: los abueletes me adelantan por la calle de lo despacito que voy. Lo único malo es que el domingo que viene salgo para España así que no iré a jugar, y cuando vuelva a mediados de septiembre será un poco difícil que haga buen tiempo para echar un partido, pero se intentará.

El resto del fin de semana estuvo muy bien. El sábado hice el vago hasta la tarde, cuando fui a un concierto de apoyo al pueblo libanés. Tocaron muchas canciones de resistencia, lucha y demás, que por supuesto no entendí, y los muchos árabes que fueron se lo pasaron como enanos con la musica que conocían. Para mí fue otra cosa...

El grupo tenia unas diez personas, con seis cantantes, pero algunos no cantaban mucho, porque no se sabían bien las letras (casi todos llevaban un cuaderno con la letra escrita, de todas maneras). Era gracioso verles parar unos segundos hasta que podían seguir cantando cuando se acordaban. Pero lo peor eran la batería y el teclado... tenían el volumen mucho más alto que los demás, así que cuando empezaban a tocar una nueva canción, me sentía transportado de golpe a aquellos veranos en Madrid, con ventanas abiertas a tope por el calor a la hora de la siesta, cuando de repente empezaba a sonar un pasodoble cutre y ruidoso interpretado por un gitano con teclado electrónico del que no había manera de librarse.

En fin, las canciones no estaban mal, pero el grupo no era muy bueno; claro que, si eres inmigrante y vas a un concierto donde tocan música de tu país, pues supongo que no te importe mucho. Hum, retiro lo dicho, no me imagino dando palmas en un concierto del Fary o de Raphael si vinieran a Montreal.

Para acabar el finde, fui a IKEA a cambiar una lámpara que me regalaron y no funcionaba bien, y acabe comprando unas cuantas tonterías, cómo no. Al menos eran tonterías baratas (un par de peluches al año no hacen daño).

lunes, 7 de agosto de 2006

Empezando bien la semana

El finde ha estado bien, empezando por la cena el sábado (gazpacho, arroz tres delicias y filetes de pollo empanados); y el domingo fuimos a una manifestación en contra de la guerra en el Líbano, que se alargó hasta las cinco de la tarde. Así que he empezado con las pilas cargadas hoy, y encima me han dado una noticia muy buena: voy a ser profesor en dos cursos de matemáticas, uno en otoño y otro en invierno. Los dos son de matemáticas básicas, así que no me suponen ningún esfuerzo. Lo único potencialmente malo es que Emmanuel y yo damos el mismo curso en invierno y vamos a intercambiar horarios porque le viene mejor, pero después de decirle que sí he visto que, en el nuevo horario, puede que me toque dar el curso en el campus del centro de la ciudad, o en el otro campus, que esta a veinte minutos de autobús, y será un rollo con todo el frío y la nieve. Pero bueno, se que a él le viene bastante mal su horario, así que tampoco me importa mucho (espero no arrepentirme).

Y poco más, dentro de dos semanas aterrizo en Madrid, para pasar tres semanitas de vacaciones con algo de trabajillo en medio. Antes de eso, me quedan varias cosas, como celebrar mi primer aniversario con Rana, ir a un concierto, invitar a más gente a mi tejado, ir al cine un par de veces, etc.

jueves, 3 de agosto de 2006

Comida española

Después de haber hecho tortillas varias veces para distintos eventos (una fiesta, un par de salidas de picnic) me había dicho a mí mismo que dejaría de hacer siempre lo mismo, que tanta tortilla no cuela; hay que hacer otras cosas. Así que he invitado a Rana y familia, y a Emmanuel y Yukiko, a cenar a casa el sábado. Pienso hacer gazpacho por primera vez en mi vida (se agradecen consejos) y todavía no sé qué haré de segundo.

Pero las tortillas vuelven a la carga: todo el mes de agosto estoy voy a estar de voluntario, una hora al día de lunes a jueves por las mañanas, ayudando con las matemáticas a un grupo de chavales antes de que empiecen en el high school. Y el jueves que viene hacemos una comida entre todos, y Kelly, la encargada de esto, me preguntaba hoy sobre ese plato español que lleva patata y huevo y demás. Así que tortilla tendrá que ser.