domingo, 25 de diciembre de 2005

Navidades blancas

En Montreal claro, porque en Madrid sólo hace un poco de frío. Yo aquí estoy pasando incluso algo de calor, menos en casa, porque estoy acostumbrado a que todos los edificios tengan calefacción...

Llevo casi una semana, y he tenido tiempo de ver a amigos en Madrid y en Santander (lástima no poder poner fotos desde aquí), comer y cenar deliciosos manjares, empaparme de espíritu navideño, y demás cosas típicas. Incluído turrón, que no sé si tienen algo de eso en Montreal, mejor aprovechar aquí. Poco más cuento, que todos habréis hecho lo mismo.

En la semana y media que me queda, ver a más gente, también trabajar un poco (cosas que me traje para hacer, y papeleos que hacer aquí). Y bueno, hay tiempo de todo, ya veremos. Todavía tengo unos días para pensar los deseos y buenos propósitos para el año nuevo. Mientras tanto, que disfrutéis lo que podáis.

lunes, 19 de diciembre de 2005

Ya me huele a turrón

Vaya, he pasado unos cuandos días sin actualizar. Así que os habéis perdido unas pocas cosas (no demasiadas): los nulos preparativos que he hecho, porque la maleta ya se sabe que es mejor hacerla tres horas antes de que salga el avión. La hecatombe profesional que me supone tener de repente una compañera de despacho, una mujer de origen búlgaro que parece buena persona pero me va a dar menos conversación que un gato de escayola, y cuya presencia anula completamente mis planes de grandes juergas en el despacho. Algunas invitaciones para celebraciones de navidad, a las que no he respondido demasiado (tremendos ataques de vaguitis que me han dado estos días). Mucha nieve por las calles, pero con poco frío, o sea que sólo lo bueno, dar saltos como un crío y tal, tampoco es nada del otro mundo, pero no todos podemos ser de Burgos o similar.



A última hora de la noche estoy todavía en el despacho, arreglando un par de cosas, y me ha dado por mirar los datos del vuelo. Para estar seguro, he ido a la página de la línea aérea para buscar el vuelo, ¡y no lo encontraba! Un rato de pánico, pero luego se ha arreglado todo, el número de vuelo que tenía en el último email estaba mal. Seguro que no será mi último contratiempo antes del viaje.

Por cierto, como si no aumentaran ya bastante las posibilidades de retrasos y tal con la nieve, encima hago el transbordo en Philadelphia y sólo tengo 55 minutos. Menos mal que viajando desde Canadá no te registran mucho, pero como pase cualquier cosilla me veo tirado en EEUU otro día más. En fin, mejor no ponerse negativos tan pronto.

Pues nada, la próxima actualización la haré desde Madrid, y espero que para entonces ya habré llamado o incluso visto a algunos de los que leáis esto. Será divertido.

martes, 13 de diciembre de 2005

En menos de 7 días

En menos de 7 días habré viajado 5540 en 10 horas. Llevaré dos días seguidos sin dormir, aunque ya estaré metidito en la cama, pero no en cualquier cama sino en la cama, la buena, la única. Tendré el estómago bien lleno, porque habré cenado un rato antes, y con esa serán dos las opíparas comidas que mi madre habrá preparado para mí. Habré hecho una docena de llamadas por teléfono, y habré recibido algunas. Habré hablado con mi madre, aunque realmente sin hablar porque poco habrá que decir, pero hablando. Si no estoy muy cansado habré dado un paseo por Alcorcón por la tarde. Y un rato antes de dormirme, me habré parado a pensar en esa sensación que tiene uno cuando vuelve un poco al pasado, y también habré pensado que siempre que viajo pienso eso en algún momento, y sonreiré, y volveré a sonreír pensando en que siempre sonrío por esto también.

A estas horas estaré ya dormido... quizás feliz porque unas horas después madrugaré para pasar dos días en Santander; o quizás feliz porque antes de eso voy a pasar unos días haciendo la compra con mi madre, yendo en metro a la Puerta del Sol, y todo ello sin poder evitar pensar en Montreal (sin quererlo evitar tampoco), en los muchos centímetros de nieve que tenía bajo mis pies una semana antes, en tareas y rutinas que tardarán pocas horas en convertirse en un pasado lejano. Seguramente caminaré entre gentes que hablan el mismo idioma, que tienen el mismo color, que no pueden sorprenderte contándote cosas de los países donde han vivido, y eso estará bien también.

También recordaré el último fin de semana que pasé en Montreal, quedando con amigos, yendo al cine, felicitando las fiestas a los que se quedan, aunque sabiendo que dos semanas no son nada y pronto estaré de vuelta.

Pero ahora, siete días antes de todo eso, de repente paro de escribir, y viajar, y pensar en mí mismo pensando, y con un par de clicks de ratón pongo esto en esa papelera de pensamientos que es un blog, y vuelvo a trabajar, que quiero acabar antes de irme a cenar.

viernes, 9 de diciembre de 2005

Viejas y nuevas rutinas

Rutinas que recuperar cuanto antes posible: levantarme antes de las 9. Cocinar para varios días, variadamente en lugar de 70% arroz - 30% pizza. Fregar y demás en casa, ya no vivo en un hotel. Hacer la compra, ya no vivo a 1.5 millas de la tienda más cercana. Acostarme más pronto, las 3h seguidas de dibujos animados ya no son excusa, menos aún sin tener tele. Llamar regularmete a familia y amigos, ahora que me vuelve a salir más barato llamar a España que a ellos una llamada interprovincial. Volver a bailar. Leer más en el trabajo para aprender más cosas y dejar el ordenador de lado.

Nuevas rutinas: ponerme dos camisetas y dos pares de calcetines por la mañana (y quizás dejarme los pantalones del pijama, hasta que me compre ropa interior hasta los tobillos). Usar regularmente las botas de invierno o bien comprarme bastones de esquí. Planear mis salidas para evitar amputaciones innecesarias.

Cosas puntuales antes de vacaciones: tres fiestas de navidad (más la del departamento a la que he ido hoy, con dos tortillas bajo el brazo; bueno, no bajo el brazo). Un cumpleaños. Una probable pelea con el casero ahora que sabe lo de la costosa reparación (y que la paga él). Algunos regalos para llevar. Llevar lo poco valioso que quede al despacho (más riesgo de "visitas" con el frío invernal). Despedirme de los conocidos que no vea en las fiestas. Pasar unas cuantas horas preparando papeleos para la vuelta, y papeleos que hacer en Madrid.

Si me dejo alguna cosa me avisáis...

miércoles, 7 de diciembre de 2005

Se acabó la visita

Tal y como vine, me voy: temprano en una mañana invernal, llegando a otro sitio a la hora de comer, solo que esta vez llego a casa. Vuelvo a las tareas pendientes que me estaban cansando, a los preparativos para el siguiente viaje menos de dos semanas después, a los probables líos con mi casero... curioso que me salga el lado negativo ahora, pero si miro lo bueno no hay color: amigos que me han llamado para ver qué es de mi vida, un par de fiestas de navidad, un posible fin de semana por ahí, dos semanas en España para las vacaciones...

También está el tema del futuro laboral. Aparte de las dos plazas en Montreal, que son difíciles pero había que pedirlas, me han hablado de más plazas, en mi área de trabajo, en un departamento que crece... en Vancouver. No sé a cuántos kilómetros está de aquí, pero está a tres zonas horarias hacia el oeste. Las pediré, cómo no, es una buena oportunidad y por lo que sé Vancouver es un buen sitio para vivir. No es que lo tenga ni medio fácil, pero es la primera oportunidad tangible de algo mejor fuera de Montreal, y cuesta pensar en irse ahora que voy teniendo una vida aquí. Aunque, como bien me ha comentado Tony, este es de los pocos momentos en mi vida en que cambiar es fácil (habla la experiencia, está casado y con tres niñas).

En fin, reflexiones surgidas del insomnio. El siguiente desde casa.

viernes, 2 de diciembre de 2005

Don't super size me

Me he puesto a ver la tele un rato y estaban echando el documental "Super size me", es ese donde un tipo se pasa un mes entero comiendo de McDonalds solamente, las tres comidas del día. Os lo recomiendo mucho, veréis cómo acaba el tipo, a mí se me quitaron las ganas de comida basura.

Pero también me recuerda a mí, hace cinco años cuando vine a Montreal por primera vez. Iba a comer muchas veces al McDonalds que está al lado de la facultad. No tengo fotos de entonces, pero pesaba alrededor de 100 kilos. Y he llegado a estar más gordo. Una foto del 2001 aquí (sí, soy el miniyo del tipo de la izquierda).

Hace un par de años empecé a moverme y hacer ejercicio (gracias Fernando, te debo unas copas y dos cenas) y empecé a perder peso. En un momento dado, unos 4 kilos al mes, hasta menos de 80. Una foto del 2004 aquí.

En serio, cuidaos un poco. No es sólo sentirte mejor cuando te miras al espejo; por encima de eso, está el no cansarte cuando corres 50 metros para coger el autobús, el mejor humor en general, y después del ejercicio en particular. Con un poco vale para empezar: caminar en vez del autobús, escaleras en vez de ascensor...

[...]

Como he tardado un siglo en escribir esto, mientras he visto algo más en la tele. Hay una serie, cada noche una historia de horror, aunque suele ser mezclado con humor y demás. El capítulo de hoy ha sido... difícil de calificar: varias semanas antes de las siguientes elecciones en EEUU, un día los soldados muertos en Irak y enterrados en suelo americano se levantan de sus tumbas. Nada puede matarlos, ni detenerlos, hasta que hayan cumplido su último objetivo: votar. No deja uno de sorprenderse...

jueves, 1 de diciembre de 2005

El ordenador que volvió del frío

Aquí estaba yo, a punto de irme a la cama (he visto "Deuce Bigalow: European gigolo" y me ha dado mucho, mucho sueño) cuando, en un ataque de egocentrismo, me he buscado en Google. Y luego, por probar, he buscado "david en canada", con las comillas, que si no salen todos y cada uno de mis tocayos canadienses. Y allí estaba este blog, curiosamente. Pero más abajo había un enlace a algo llamado "BlogShares", y me he encontrado con que este blog vale B$2.600, alguien ha comprado el 80% de las acciones (el otro 20% está reservado para mí), y algunas cosas más. Claro, todo esto no es dinero de verdad: es una especie de juego de la bolsa, donde los valores son virtuales, cómo no. Pero es curioso cuanto menos...

En otro orden de cosas, la semana sigue igual: yo en el hotel, Tony yendo y viniendo, y quedando conmigo a ratos sueltos, nada que hacer en los alrededores... además mi ordenador vuelve a tener achaques, se calienta demasiado y se apaga de repente. Para evitarlo, lo único que podía hacer era dejarlo un largo rato apagado, pero aquí estoy experimentando métodos más expeditivos: el otro día cuando se apagó salí a dar un paseo rápido para desentumecerme, y se me ocurrió llevarme el ordenador bajo el brazo para que se le bajaran los humos. Diez minutos después volví, y funcionaba como la seda, aunque el teclado estaba un poco frío.

Como no quiero acatarrarme por culpa del portátil, ahora aprovecho el frigorífico. No es que deje el ordenador dentro (bueno, mientras me ducho a veces) pero soy un poco más refinado: saco las dos cubiteras del congelador, las pongo en la mesa con el ordenador encima, y a trabajar. Os pondría una foto, pero las pilas cargadas más cercanas están en una gasolinera a una milla de aquí más o menos.

También es culpa mía el recalentamiento, por tenerlo todo el día encendido; pero una conexión 24h a internet no vale la pena desaprovecharla, que tengo muchas películas por ver, y si me dedico a otras cosas, como la tele o leer, es mucho peor. La tele vale para los Simpons, Futurama, Family guy, American dad (todo esto son series de dibujos animados de estilos parecidos, para los no iniciados). Lo demás es perder neuronas a lo tonto; probad a estar un mes entero sin ver la tele, si podéis, y cuando volváis sabréis realmente qué es lo que os estábais tragando. En cuanto a libros, tengo sólo dos y uno a punto de acabarlo, si me pongo en serio a leer en dos días habré terminado así que prefiero dosificar. También tengo uno de sudokus, pero lo guardo para el viaje de avión.

En fin, si no me cargo el ordenador a base de estos choques de temperatura, seguiré escribiendo desde aquí. Pasado mañana doy la segunda charla, y luego hasta el miércoles a trabajar lo que pueda con este hombre. Ya os contaré.

sábado, 26 de noviembre de 2005

Finde en el convento

Llevo tres días metido en el hotel, porque Tony no viene por aquí y no hay ningún motivo para salir fuera. Bueno, eso no es cierto, hay dos restaurantes aquí al lado. Si no estuvieran al lado no iría, porque fuera hace frío, a ratos bastante, y a ratos muchísimo, con la nieve y el viento. Aunque al menos para una cosa sí me ha valido el frío: el portátil me dio problemas el otro día, y como suele ser porque se recalienta, lo saqué a pasear cinco minutos, y cuando volví se había calmado.


Uno de los resturantes es una barbacoa mongola (de Mongolia), yo no le veo la parte mongola por ningún lado, pero ayer fui y estuvo bien. Lo malo fue pedir arroz, porque me pusieron un montón y es lo que llevo comiendo casi exclusivamente durante estos días. Además de eso, ayer también hubo una aventurilla sin tener que salir de aquí: estaba por la noche con el ordenador, con el Ogame (un juego online), a punto de ser atacado por un enemigo. Era necesaria mucha coordinación, elegir el momento para escapar, ni demasiado pronto ni demasiado tarde. Claro que de poco te sirve estar atento para salvar tu imperio intergaláctico cuando unos minutos antes del clímax... salta la alarma de incendios en el hotel.

Y ahí estoy yo, pensando en coger la cartera, el móvil, el pasaporte. ¿Y qué hago con el portátil? No sabía si llevármelo (tardaría un par de minutos), si dejarlo, si quedarme en la habitación y perecer heroicamente entre las llamas para salvar mi flota espacial de la destrucción... al final no hubo problema, porque cuando bajábamos algunos por el ascensor (así de precavidos que fuimos, sí) nos dicen que subamos otra vez, que no pasa nada. Llegué a tiempo de hacer mi jugada y me fui a la cama viendo a través de la ventana las luces de ambulancia y bomberos que habían venido, nunca sabré para qué. Bueno, podría preguntar, claro, pero paso. Nunca lo sabré.


Pues resulta que Tony me ha llamado hace un rato pra quedar a comer. Claro, la casa que le están haciendo necesita algunos papeleos extra, por eso ha venido. Aprovecharé para que me lleve a hacer la compra y poder atrincherarme más todavía aquí. Ya os contaré cuando haya alguna novedad.

miércoles, 23 de noviembre de 2005

Aclimatándome

Estos días aquí no han ido mal. Estoy en un buen hotel, cerca de la universidad, aunque aparte de un par de restaurantes no hay nada más. Ya he dado una de las dos charlas que tenía que dar, y no fue mal. Lo malo es que Tony en realidad no vive aquí todavía (le están haciendo una casa) así que le veré sólo algunos días por semana. Tampoco es un gran problema, tengo todo lo que necesito en mi portátil y tengo internet en el hotel. Supongo que pasaré casi todo el tiempo aquí metido, ahora que llega el frío.

La única aventurilla que he tenido ha llegado esta mañana. Como tengo cocina, he preguntado dónde podía ir a comprar comida, y cuando me han preguntado "¿tienes coche?" me he dado de morros con uno de los paradigmas estadounidenses: sin coche no eres nadie. El centro comercial más cercano estaba a 1.5 millas. Así que me he puesto mi superabrigo, mis cascos y me he preparado para un buen paseo siguiendo la carretera. Lo malo ha sido que nada más salir ha empezado a nevar ligeramente, y aunque no había mucho viento, no ha parado en todo el día. Así que he llegado al hotel bastante helado, pero al menos esto vale de entrenamiento para mi vuelta a Montreal.

Mañana es acción de gracias aquí, y seguramente pasaré el día trabajando en mi habitación, no pasa nada porque la fiesta me da igual, pero me recuerda a mi acción de gracias del año pasado, que también pasé en EEUU...

domingo, 20 de noviembre de 2005

A punto de llegar

Acabo de ser procesado por el engranaje de la burocracia estadounidense. Papel azul para aduanas. ¿No eres canadiense? Papel verde para inmigración. Apellidos (no hay espacio para dos), nombre, fecha de nacimiento, nacionalidad. Firmar y fecha. Repetir por el otro lado. Repetir en el otro papel.

Primera cola de pasajeros. Agente de inmigración con cara de aburrido, me pregunta dónde voy, a qué, cuánto tiempo estaré. Huella izquierda, huella derecha. Foto. Sello y resguardo, si lo pierdo estoy perdido.

Siguiente cola para el escáner de maleta, ésta es rápida, la única. Continúo.

Tercera cola. Sacarse hasta los empastes de encima. Portátil, cartera. Mi mochila está un poco más de tiempo de lo normal dentro de la máquina de rayos X. Primero pienso que me van a recalentar el zumo y las galletas, pero luego me pongo serio y me pregunto si me habré dejado algún pequeño objeto afilado dentro. ¿O están mirando mi peluche? ¿Querrán destriparlo para ver si un peluche de tamaño medio contiene más relleno de algodón que la cabeza de algunos agentes de inmigración? Mi portátil ha tenido suerte, sólo un vistazo rápido por encima.

Por fin me pongo mi abrigo, mochila, portátil al hombro. Me siento y espero; en un rato por fin montaremos en el avión. God bless America.

[Horas después]

Estoy en el hotel, he pasado la tarde con Tony hablando un poco de todo. Tengo internet gratis en la habitación, pero sólo me pagan una o dos noches y es muy caro para pagarlo yo, así que hemos buscado algo más barato. Hemos encontrado un hotel que cuesta tres veces menos y está tres veces más cerca de la facultad. Por lo demás, poco que reseñar. El martes doy la primera charla y después trabajarmos dos semanas, doy la segunda charla (igual que la primera) y un par de días después, de vuelta a casa. Pan comido, ya os contaré.

Por cierto, cuando íbamos en coche había un cruce, si ibas a la izquierda llegabas a Toledo (!) y si ibas a la derecha, que es donde nos tocaba, llegabas a Flint (ciudad natal de Michael Moore). Que no se diga que no he visto nada curioso hoy.

sábado, 19 de noviembre de 2005

Hasta pronto

Esta noche tengo una cena (por iniciativa mía, en un restaurante español) y mañana temprano salgo para EEUU, que no me pase nada. Son sólo un par de horas, ya intentaré escribir pronto desde allí. ¡Saludos!

miércoles, 16 de noviembre de 2005

La primera nevada

Ayer nevó, la primera vez este invierno (aunque todavía es otoño). De hecho hoy casi no ha hecho frío, pero seguro que la gente de aquí lo nota mucho: el aviso de que se acercan unos cuantos meses de frío y oscuridad. Por lo menos yo estoy preparado: me he comprado un abrigo tan gordo, que en realidad son dos (sí, se desmonta). Os pongo unas fotos con y sin abrigo:


Y si me quito algo más...

sábado, 12 de noviembre de 2005

Imperialismos

Llevo un par de semanas mirando el pronóstico del tiempo de vez en cuando, a ver cuándo pasamos aquí la barrera psicológica de los 0 grados ("ni frío ni calor"). Ya estaba haciendo más y más frío últimamente (aunque alegra bastante el soleado cielo sin nubes) y ayer por la noche he visto en una tienda que la temperatura era de 28º. Después de unos segundos de desconcierto (la línea del "menos" no funciona, o es una tienda de estufas, o mide la temperatura en distintos lugares del mundo, como los relojes de los bancos) he caído en que eran grados Fahrenheit. Había pasado la barrera, que equivale a 32ºF, sin darme cuenta, y no he podido hacer todo tipo de poesía y prosa acerca de ese hecho tan relevante. Así que para compensaros por la digresión filosófica que os habéis perdido, os cuento algo que me pasó con Randy el otro día en relación con esta cosa tan buena para la mente que es tener dos sistemas de medida.

Estaba tocando el piano en su casa, y sube del sótano con cara preocupada. Se acerca a mí y me dice que siente bastante calor. Siendo una mujer mayor, puede ser cualquier cosa, pero ella ya ido a por el termómetro. Me pregunta "¿qué temperatura es la normal?" Le digo que, si no me equivoco, unos 36 y algo. Ella me dice que según el termómetro tiene 34, así que no pasa nada, está bastante cerca... como le comento que dos grados y medio no es poco (si hubieran sido de más habría sido algo serio), le sugiero mirar en internet cuál es la temperatura normal. Pero para ella eso es todo un esfuerzo, y recuerda en ese momento que lo normal son 98.6 grados Fahrenheit. De algún recóndito rincón en mi cabeza de repente salen los números "0ºC=32ºF y 100ºC=212ºF". Así que tendré que hacer una resta y luego una regla de tres...

Le pongo la mano en la frente a Randy, le digo "pues a mí me parece que estás bien", nos encogemos de hombros, y vuelvo a tocar el piano mientras ella va a hacer su cena.

Qué voy a hacer yo, que los científicos americanos no hayan intentado ya...

jueves, 10 de noviembre de 2005

Música del mundo árabe

Ya va quedando poco para mi viaje. Como siempre, el equipaje el día antes, pero los billetes y papeles que son lo que importa ya están. O eso espero, porque voy a dar dos charlas allí, y en una de ellas me dicen en la carta que me pagarán $100, cosa que puede ser ilegal si no tengo el visado o permiso correspondiente. Normalmente pasaría del tema, pero como es EEUU no me fío mucho.

Por otra parte, mi casero también me pone nervioso, porque después de ocho días todavía no ha cobrado el cheque del mes. Igual soy demasiado paranoico, pero puede que me esté preparando alguna. Menos mal que ya me conocen bien los del 911 y seguro que si pasa cualquier cosa puedo contar con ellos.

En fin, aparte de estas cosillas la semana ha ido bien. El trabajo que estoy haciendo, aunque no me da la impresión de valer para mucho, al menos lo estoy acabando, y algunas cosas he aprendido, aunque sea poco de matemáticas. Todavía no hace mucho frío, seguimos a un nivel que ya era conocido para mí en España. Y sigue habiendo mucho para entretenerse, esta semana es el Festival du Monde Arabe en Montreal, y ayer fui a un concierto de un músico iraquí que es uno de los mejores del mundo tocando el laúd, fue impresionante, y aunque había escuchado un trozo de un CD y la música me sonaba extraña, ayer no me pareció tan alejada de lo que conozco ni mucho menos. Vamos, como Paco de Lucía pero de un poco más lejos.

miércoles, 2 de noviembre de 2005

Otra vuelta de tuerca

Esta semana he conseguido dar otro paso más para acercarme a la existencia de mi ser. Sí, porque lo de "pienso luego existo" está ya muy pasado. La versión del siglo XXI de la filosofía de Descartes se podría condensar en la frase "no te tenemos en la base de datos, luego no existes".

Pero ayer cayó otra pieza más: ya tengo TARJETA DE CRÉDITO. Sí, no es que no tuviese una ya, pero quiero librarme de mis últimos vínculos con las sangüijuelas del BBVA ("Adelante") y si todavía tengo allí una cuenta es porque siempre viene bien tener la tarjeta para emergencias, que alguna vez ha ayudado. Pero por fin, estas navidades cuando vaya me libraré de ellos, dándoles una proverbial patada habiendo cogido 6000 Km de carrerilla.

En principio podía conseguirla sin más que hacer un depósito de tanto dinero como límite quisiera en la tarjeta (por no ser residente permanente aquí, claro). Pero cuando llegué a mi banco me dijeron que tenía que ser mínimo tres años. De todas maneras la mujer que me atendió me dijo que la pedía igualmente por si colaba, y de hecho ha sido así, sin depósito ni nada. Genial, un poco de suerte con la burocracia no viene mal.

Además tuve un momento gracioso con ella, nada más llegar (en inglés, claro):

Yo: Hola buenas, yo venía para pedir una tarjeta de...

Ella: ¡Anda, una bolsa del Corte Inglés!

Y efectivamente, el táper con mi comida iba en una bolsa de los susodichos almacenes, que debía de tener perdida por casa y cogí sin darme cuenta. Resulta que había estado por Madrid de turismo y se acordaba... no sé si a mí me pasaría lo mismo con unos almacenes canadienses.

Por otra parte, acabo de dejarle a Peter en la puerta una carta con la factura de la ventana, el cheque con el dinero del mes menos lo que pagué, y una carta que lo explica todo. Me espero cualquier cosa de mi casero, que intenta hacerse el simpático pero me da la impresión de ser un rata (puso verde a Peter delante de mí la última vez que vino, una buena puñalada por la espalda, supongo que para justificar no hacer mis reparaciones).

El domingo cené con Emmanuel y Yukiko, lo pasé muy bien. Son muy majos, seguro que nos veremos muchas veces, aunque él no trabaja en el mismo edificio que yo. Por cierto, ya conozco dos matemáticos franceses llamados Emmanuel que se han ido a otro país y se han casado, y que ahora tienen una postdoc en Canadá.

Y además de estar preparando el viaje de dentro de 18 días, y de mucho trabajo pendiente, también voy a mandar solicitudes para dos plazas de profesor que han salido en Montreal. No se muy bien las condiciones, pero seguro que son mejores que mi contrato de postdoc, y de más duración. Tardaré en saber algo pero ya os contaré.

sábado, 29 de octubre de 2005

Preparativos de Halloween

Dentro de tres días es Halloween, y por fin tengo una especie de plan. Como no creo que vayan a pasarse muchos niños por aquí, me iré a casa de Randy (mi ex-vecina que me deja ir a tocar su piano) y desde allí asustaré a los críos un par de horas antes de irme a clase de tango. Pensaba comprar alguna careta que diera miedo, pero lo más terrorífico que se me ha ocurrido era una de Michael Jackson y no las he encontrado por ahí. En fin, ya haré incluso fotos, que Randy me ha dicho que algo me dejará para ponerme.

Por lo demás, se augura un finde de colada, limpieza y poco más. Quizás mañana vaya al cine, y el domingo tengo el combo taichi+tango, y después cena con Emmanuel (el nuevo postdoc francés de John) y su mujer, que se llama Yukiko o algo parecido.

Ah, y ayer vinieron a arreglarme la ventana. Ni mi casero ni Peter, sino uno al que llamé yo. Me cobró algo más de $100 (el mínimo por una llamada de servicio) y todo por tardar cinco minutos en ajustar la ventana (que sólo se había salido) y poner un par de tornillos. Pero me da igual, el día 1 le daré el cheque a Peter y descontaré ese dinero. Seguro que se monta una gorda, ya os contaré.

domingo, 23 de octubre de 2005

Un pañuelo

El sábado fui a una fiesta a la que habían invitado a John. Era el cumpleaños de un matemático que le invitó y el aprovechó para invitarnos a mí y a otro postdoc suyo recién llegado aquí. Es un francés que viene de Japón, con su esposa, y se llama Emmanuel. Sí, toda una coincidencia.

El caso es que cuando estábamos allí veo de rebote una cara conocida. Cosa extraña, porque casi no me relaciono con nadie de la universidad. Algunos sabéis que recuerdo muy bien las caras, pero nunca sé de qué las conozco. Pero sabía que no era algo reciente. Pienso un poco más, y entonces caigo: me recuerda mucho a un uruguayo que conocí cuando estuve una semana en Méjico en el 93. Cuanto más le miro, más me recuerda a él. Qué locura. Así que después de un rato me preparo para repetir ese pequeño espectáculo por el que paso periódicamente, y que con algunas variaciones se resume en "hola, perdona que te moleste, pero estoy convencido de que hace mucho tiempo nos conocimos y no sé realmente dónde ni por qué, ¿yo a ti también te sueno de algo?". Seguro que más de alguno/a ha pensado que soy un ligón barato con esta historia. En fin, después de reunir fuerzas me acerco a él.

"Excuse me, may I ask you one thing... are you, by chance, South American?"

"Well, yes, I am..."

"Ah, y por casualidad... ¿uruguayo?"

"Pues sí..."

Entonces empiezo a reírme a carcajadas, de mi extraña memoria y del minúsculo mundo en que vivimos sin darnos cuenta. Claro, desde fuera sólo se ven las carcajadas y no la filosofía interior que me domina, así que supongo que le parecí un matemático pirado y/o borracho. Así que sigo hablando:

"Tu estuviste en la olimpiada de Méjico en el 93, ¿verdad? Yo era del equipo español, ¿te acuerdas de mí?"

"Sí, creo que me suenas... ¿te llamabas David?"

Me cuenta que se llama Gonzalo (no me acordaba) y que lleva unas semanas aquí y estará hasta diciembre. En fin, hablamos unos minutos y se va, me dejó un poco mal porque evidentemente él no estaba tan contento como yo con el encuentro. Vamos, que pasó bastante de mí, pero no pasa nada, supongo que era una coincidencia bastante rara como para ser amigable de golpe.

Esto supera con creces a lo de la novia montrealense de Alex. En fin, cuando le cuento ha historia a John me cuenta él una suya: él hace muchos años vivía en el Reino Unido (es inglés) e hizo un viaje corto a Nueva Zelanda. Iba por allí por la calle, todo despistado, y se tropezó con un tipo por no mirar por donde andaba. Se dio la vuelta mientras decía "excuse me", y a quien vio frente a él fue a un primo suyo que también vivía en UK y al que no veía desde hacía años. Es lo que tiene la familia supongo, que nunca te libras de ella.

Después de esto pasaré unos meses sin comprar lotería, que hay que recargar.

miércoles, 19 de octubre de 2005

A-mierd-icanos

Esta mañana al conectarme he visto en la página de El Mundo que un juez ha ordenado la búsqueda y captura de tres soldados estadounidenses responsables de la muerte del periodista José Couso en abril del 2003 en Irak. Para los que no recordéis aquello (pocos seréis, con lo mucho que removieron la noticia en las televisiones españolas) este periodista murió cuando un tanque disparó contra el hotel donde se hospedaban los periodistas extranjeros. Al parecer, creyeron que alguien les disparaba desde el hotel, así que pegaron un par de tiros contra él.

Pues bien, me he ido a Google News a ver si los americanos se hacían eco de la noticia, y me he encontrado con un payaso conservador que ha escrito unas cuantas cosas que me han encendido la sangre. Cito algunas:

"Tragically, Couso was reporting from the very place that insurgents or former members of Saddam Hussein’s military were shooting at U.S. military men and women. On the day he was killed he was among the collateral damage that happened when a United States tank fired a shell at the fighters shielding themselves with civilians, hardly a new tactic for Islamic fighters." (en ningún sitio he encontrado que se confirmaran esos disparos desde el hotel, y en España siempre han dicho que no los hubo).

"Throughout the matter, years went by, and with the cowardly change of government in Spain and the pull out of Spanish troops, the judge decided to issue the international warrant against American troops fighting a war." (que sepáis que somos unos cobardes por cambiar de gobierno).

"The United States of America and a coalition of willing partners, including Spain (before they became France) were engaged in fighting the same war in Iraq to oust Saddam Hussein from power." (Sin comentarios).

"It would be one thing if there were issues of war crimes, and that would even be a questionable assertion, but the fact that an investigation was done and the soldiers cleared of wrongdoing because they believed themselves to be being fired upon from the Hotel Palestine absolves them of responsibility for the accidental death of anyone – journalists included." (O sea, que creyeron que les disparaban... ¿no se contradice con lo de antes?).

"If Spain really wants justice for civilians, maybe every Spanish troop should be charged by the Spanish court as well because it is foolhardy to think that Couso is the only civilian to die and it is likely that Spanish troops inadvertently killed a civilian or two." (Que alguien haga una lista de los civiles muertos a manos de soldados españoles).

"Spain should now be given a choice: tear up the warrants and go about their business of cowering in fear from al Qaeda and becoming another France or face the consequence of not enjoying the friendship of the American people." (Así que ahora tenemos una elección... yo creía que ya habíamos elegido).

"If it is murder to kill a journalist who is in Iraq covering a war voluntarily then it is equally criminal to leave your post and allow Americans to die in your place." (Ojo por ojo. Tiene lógica, supongo, para un americano).

"This warrant game is a silly thing, but warrants are easy to issue and if it is good enough for Spain it should be good enough for the United States to impose some hardship on the new France." (Claro, como venganza, que nos embarguen a nosotros también).

Ahora sí que sí, me compraré una camiseta anti-Bush para mi viaje dentro de un mes. Por cierto, os recomiendo este sitio: http://www.bushorchimp.com/

lunes, 17 de octubre de 2005

Viajes

Parece que, después de sólo un par de meses desde que lleguée de España, ya me estoy marchando otra vez. A finales de Noviembre me iré un par de semanas a EEUU, a Oakland University en Michigan (cerca de Detroit). Volveré a Montreal para estar aquí una o dos semanas antes de irme a pasar la Navidad a Madrid. Por una parte me apetece mucho, pero por otra... aunque últimamente estoy notando la falta de amigos (conocidos muchos, pero amigos de verdad pocos) sí que me gusta estar aquí. Además, ahora que cobro y todo, me siento mucho mejor...

En un par de semanas llega Halloween, a ver si el finde que viene me compro la calabaza. No me dará por salir a la calle, pero puede que vengan críos a pedir caramelos, así que ya prepararé alguna sorpresa por si acaso. Y si encima acabo por fin comprando sillas, organizaré alguna cena en mi casa. Hay que aprovechar antes de que haga frío de verdad, que por ahora es sólo lluvia y viento. Además también hay un festival interesante en noviembre: el Festival del Mundo Árabe. Iré a un par de actuaciones, seguro que vale la pena.

jueves, 13 de octubre de 2005

¡Otra vez!

No es que me sorprenda, en teoría era lo que tenía que pasar, pero me han pagado otra vez. Parece que planean hacerlo regularmente. Aquí es cada dos semanas, lo que te alegra un poco más la vida, aunque tampoco es para tirar cohetes el sueldo, pero bien.

Al final no hice nada el mismo día de acción de gracias. Ahora se acerca Halloween, será divertido ver a los críos muertos de frío pidiendo caramelos por la calle. Por mi parte, calentito en casa.

Ah, y una noticia curiosa: en mi querido Idaho, hay un tipo que ha abierto un negocio de alquiler de cuevas (enlace en inglés). Lo mas curioso es que, según dice, ha tenido ya un par de turistas, ¡¡uno de ellos español!! Prometo que no he sido yo. Aunque como se corra la voz, creo que mis estancias de investigación pueden perder el poco glamour que tenían ya...

Este fin de semana no tengo muchos planes: ir a comprar libros en español, quizás comprar por fin alguna silla, espero ver por fin "Charlie y la fábrica de chocolate", y por lo demás aprovechar que todavía no te congelas aquí cuando sales a la calle.

lunes, 10 de octubre de 2005

Gracias por adelantado

Ayer fui al cine, y vi "Corpse bride", la última de Tim Burton. Me gustó mucho, un poco menos que "Pesadilla antes de navidad", pero bien. Probablemente mañana vaya a ver la otra que tiene en cartelera, "Charlie y la fábrica de chocolate".

Por lo demás, el finde ha sido bastante tranquilo, tirando a aburrido. La verdad es que tengo muchos conocidos, pero amigos más bien pocos, así que me doy cuenta de que entre semana estoy mucho mejor que en los dos días de descanso y diversión que deberían ser. Al menos hoy el día ha mejorado por sorpresa: he ido a ver a Gwen a las 6:30pm, y como no estaba me he pasado por casa de los vecinos de al lado. Y resulta que estaban todos allí, celebrando acción de gracias con un día de antelación: un pavo tan grande que habrán tenido que cazarlo entre varios, junto con los típicos complementos, salsillas y demás. Y al final, la típica tarta de calabaza.

Así que mañana ya no hace falta celebrar nada. Bueno, hoy tampoco claro, pero ya que coincidimos... aunque seguramente estará cerrada, he localizado una librería hispana que visitaré mañana, para ver si compro algo que me guste. Se me acumulan los libros, cada dos por tres (seis) hay una venta de libros usados, o rebajas, y siempre caigo. Esta vez quizás compre algo de poesía, probablemente Mario Benedetti, ya que últimamente he leído una poesía que me ha encantado. Y si no, de todas maneras está el cine. Recuperando esas buenas costumbres.

viernes, 7 de octubre de 2005

Ya sé, ya sé

Sí, si soy consciente de que no escribo mucho ni cuento nada interesante. Y yo qué le voy a hacer, si ya he dejado de ser un turista aquí... Puedo contaros cosas más domésticas, como el tener que ir a comprar papel higiénico justo cuando ha empezado a llover a cántaros, por no ser precavido y darme cuenta hoy de que sólo me quedaba una "dosis" en casa ni tampoco papel de cocina. Un poco más despistado y sí habría tenido "algo que contar". O el haber echado un paquete entero de fideos chinos a cocer y haberme pasado una semana entera comiendo casi en exclusividad (y si no se llegan a estropear todavía estaría en ello).

Este finde no parece muy interesante a priori: visitaré a un par de amigos, iré al cine, iré a bailar un poco de tango... y el lunes es acción de gracias, aunque curiosamente nadie me ha invitado a una de esas cenas hogareñas que tanto gustan aquí, quizás Gwen me invite. La visitaré mañana para darle la oportunidad de hacerlo.

Las tiendas empiezan a tener ya muchos adornos de Halloween, y aprovechando la mini-calabaza que me han regalado, voy a seguir la tradición y a hacerle una cara, ya he encontrado un diseño realmente terrorífico, creo que me voy a asustar en casa yo solo.

En fin, que ya me pelearé con alguien o provocaré una catástrofe para salir de esta vida tan cómoda y aburrida. Buen finde.

domingo, 2 de octubre de 2005

Se acercan las fiestas

Como os podéis imaginar a poco que me conozcáis, a veces resulta que aquí es fiesta y yo no me entero hasta el mismo día. Bueno, ¡si me pasaba lo mismo en España, cómo no aquí! Al menos esta vez hay dos fiestas que tengo presentes:

La primera es Acción de gracias. Ya la pasé una vez en Idaho, este año será la segunda. Además la fecha es distinta, puesto que originariamente se celebraba la recogida de la cosecha de otoño, que es más temprana en Canadá. Según me dice Wikipedia, será el segundo lunes de octubre, es decir, dentro de ocho días. Todavía no hay planes, aunque seguramente Gwen me invitará a cenar junto con muchos otros.

La segunda, más divertida, es Halloween. Ya pasé uno aquí, por los pelos, hace cinco años cuando vine por primera vez (me volví a España cuatro días después). Esta vez no sé si haré algo interesante, pero al menos ya tengo por donde empezar: me han regalado una minicalabaza, a la que tengo que pintarle una cara, y seguramente en las próximas semanas no podré evitar llenar la casa de adornitos. Ya haré fotos.

jueves, 29 de septiembre de 2005

El final de un culebrón

He cobrado. Acabo de entrar online en mi cuenta, como llevo haciendo unos días (aunque se suponía que me pagaban mañana), y ya he cobrado. Cuando lo he visto he dado un bote... ¡por fin! Y más de lo que me esperaba, que los impuestos me tenían un poco asustado.

Una cosa que se soluciona. La verdad es que en este momento todavía no me ha calado, porque sigo peleándome con la universidad por otras cosas: sacar libros de la biblioteca, tarjeta de acceso, etc., etc., cada cosa con varios viajes y llamadas para arreglarla. En fin.

Por cierto, según escribía he recibido una llamada de la policía, para que fuera a hacer una identificación. He ido a la comisaría, me han enseñado fotos de unos cuantos tipos, y había uno que se parecía mucho a mi visitante. Igual algún día me llaman para testificar o algo, ya veremos.

Este finde no tengo nada en concreto para hacer (la colada, y cosas así) pero estará bien relajarse sabiendo que voy a cobrar regularmente a partir de ahora.

Una preocupación menos.

domingo, 25 de septiembre de 2005

Angelitos

Como ya he comentado por encima, ahora estoy de voluntario también. Empecé este verano, tres semanas en un centro comunitario cerca de donde vivo, ayudando a 12-añeros a repasar mates para cuando empezaran en el instituto en septiembre. Nada del otro mundo, excepto por los ojos en la nuca que hacen falta para que no alboroten. Pero me lo pasé bien. Además fui de monitor el último día con ellos a un parque de atracciones de aquí, ni que decir tiene que me lo pasé como un enano.

Ahora tienen un programa en el que críos vienen a hacer los deberes durante una o dos horas. Empecé el miércoles, y el primer chaval que me llama quería que le corrigiera los ejercicios de gramática de inglés. Cojo la hoja, la miro un poco, le doy la vuelta para ver los del otro lado, le vuelvo a dar la vuelta... ¡maldita sea, siguen siendo los mismos! ¿Para qué demonios les enseñan todo eso? Es que esperan que alguno acabe en la Academia Canadiense de la Lengua? Claro, tuve que explicarle al chaval que andaba más o menos igual de perdido que él en gramática, pero aproveché para ejemplificarle el uso del diccionario. Que hay que tener recursos. Y encima la siguiente hora la eché con los que iban al cole francés... ¡qué capacidad de improvisación tengo! Sólo espero que no les miren mucho los deberes. En fin, tampoco me quejo, me lo paso bien con los monstruitos. Es mucho mejor que tenerlos uno mismo...

jueves, 22 de septiembre de 2005

Tango otra vez

Hoy tengo mi primera clase de tango en unas cuantas semanas. Ayer debería haber ido a bailar pero me puse a ver una película (Closer, no me gustó nada) y se me fueron las energías. El caso es que no son las clases regulares, sino un "workshop" con una profesora argentina que viene de visita. Las clases de siempre empiezan la semana que viene. Pero apetece eso de bailar, que ya tengo mono. Se nota mucho eso de cortar una actividad de golpe cuando llevas tiempo haciéndola regularmente...

Total, que entre eso, mi clase semanal de Tai Chi, mis varias horas semanales de piano, mis dos horas semanales con críos (estoy ayudando en un centro comunitario) y alguna cosa más, tengo las tardes ocupadísimas, ¡no me puedo quejar! Me gusta esto de tener una rutina, para cuando llegue octubre espero que una de las más importantes (cobrar regularmente) se haya establecido también y entonces ya estará todo en su sitio. Por ahora.

miércoles, 21 de septiembre de 2005

De pasada, seis meses

Así, casi sin enterarme, hace pocos días ha hecho seis meses desde que llegué aquí. Me tomo un par de minutos para reflexionar, más que nada porque no puedo evitarlo, pero en realidad tampoco quiero hacerlo mucho esta vez. Mejor seguir trabajando, luego comiendo, luego saliendo un rato, en fin, cuanto más piensas en vivir de una manera u otra, menos vives. Así que voy a seguir con lo mío después de esta mini-reflexión. Hasta la próxima.

lunes, 19 de septiembre de 2005

Tortilla chi

Sí, tortilla sí. Al final salió una buena tortilla el otro día. Con supervisión, claro.



Ahora tengo en casa unos 4 kilos de patatas que pienso dedicar única y exclusivamente a hacer tortillas para regalar, llevar a fiestas, etc.

Mi vuelta a la rutina es mañana (de hecho, en unas pocas horas), aunque antes de eso ya he incluido una nueva actividad en mi vida: Tai Chi. Los domingos después de comer (para no cambiar, he llegado tarde y encima no he comido). El profesor no es oriental, pero es un tipo muy tranquilo y con un aire muy espiritual. Al final de la clase nos comentaba que los movimientos de Tai Chi salieron de las artes marciales; ha sido todo un poema verle hacer movimientos gráciles, sualves, lentos, mientras con su calmada voz decía: "muy sangriento... letal... y peligroso... tengan cuidado si eligen este camino..."

Pues eso, que cuidadito conmigo a partir de ahora, que dentro de poco estaré haciendo la grulla por ahí. ¿O era el mono borracho?

jueves, 15 de septiembre de 2005

Sobrepeso no, gracias

Ayer fui a preguntar y parece que cobraré el día 30. No sé cuánto, supongo que el sueldo de 4 meses menos impuestos. Me tocará devolver dinero a quien me ha prestado (John, y mi madre en grandes cantidades) así que pasaré unos meses ajustando cuentas. Eso no quita que vaya a celebrar como toca. Ahora ya me voy sintiendo otra vez con muchas ganas de hacer cosas (no esta mañana precisamente, que no he dormido bien) así que espero que el lunes, cuando mi vida se estabilice hasta niveles muy previsibles y rutinarios, pueda por fin ponerme en serio a investigar.

Antes de eso, todavía un par de aventuras: hoy haré una tortilla española. Según mi madre, ya he hecho alguna vez, pero debió de ser tan traumática la experiencia, que mi cerebro ha borrado todo recuerdo al respecto. En fin, con supervisión será mucho mejor. He comprado un saco de patatas, que planeo usar sólo para hacer tortillas, por difícil que parezca no hacer montones de patatas fritas. Ya sé que para muchos las patatas fritas son una tentación irresistible, o peor aún, un alimento de primera necesidad. Sí, yo también pensaba antes que el ketchup y la mayonesa eran, por sí mismos, dosde los cuatro grupos básicos de alimentos. Pero ahora tengo un aliado inesperado en mi cruzada contra el sobrepeso: una báscula. No una cualquiera, he aquí el truco: una báscula que te da tu peso en libras.

Pensadlo un poco. ¿Quién no querría adelgazar sabiendo que así, sin comerlo ni beberlo nunca mejor dicho, pesa 180 libras? (que es mi caso ahora). La verdad es que se hace raro, sobre todo cuando hubo una época hace tres años en que mi peso era de tres cifras, pero en kilos, y prometí alejarme mucho de eso. Al menos perder un par de libras es el doble de fácil que perder un par de kilos... el caso es que así está uno mucho más motivado para comidas bajas en calorías y otras cosas que para mucha gente son todo un suplicio.

Y es que mis desayunos ahora son sanísimos: zumo, leche con cereales, fruta, una tostada con un poco de queso Philadelphia (light) y una loncha de pavo... y ya puestos he descubierto cómo se hace para comer entre las 12 y la 1, como hacen aquí, no tiene ningún misterio: no levantarse después de las diez de la mañana. Es difícil quitarse esa ancestral costumbre, pero cuando desayunas a las 8, al mediodía ya están rugiéndote las tripas. Así cualquiera. De todas maneras me las apaño para comer ensaladas, pescado, algo de pasta, etc. Total, cosas variadas, y ligeras, que hay que compensar los 4 kilitos extra de las vacaciones. No es que cocine mucho ni muy bien, pero si comparamos con mis primeros días en el apartamento:

Comida #1: ensalada "iceberg" con salsa de queso azul.

Cena #1: salchichas con salsa de queso azul.

Comida #2: visita al Subway de la esquina.

Cena #2: ensalada "iceberg" con salchichas y salsa de queso azul.

(Creo que ya podéis adivinar qué tres cosas compré en el supermercado el primer día. Y la salsa me duró todavía varias semanas, ya he aprendido a comprar cosas en botes pequeños).


En fin, si sobrevivo a la tortilla, ya os lo haré saber. Igual así comienzo un negocio (clandestino tendrá que ser) de comida típica española.

martes, 13 de septiembre de 2005

Finde fuera, vuelta a casa

Ayer volvimos del finde en Toronto y Niagara Falls. Ha estado muy muy bien; aunque para mí nada era nuevo, ir con gente que sí disfruta la sorpresa de ver la torre más alta del mundo (y subir), o las cataratas de Niágara (más de 100 millones de litros por minuto), es también una experiencia. Lo único malo del viaje fue que mi madre dejó caer la cámara de mi hermano por accidente el sábado cuando íbamos de camino, y mi hermano ha pasado el finde cabreado, a pesar de eso conseguimos pasarlo bien. En la foto estamos a punto de subirnos al barquito que te lleva muy cerquita de las cataratas (no son las que se ven al fondo, ése es el lado americano, mucho más pequeñas).



En cuanto a mis diversos culebrones, la semana pasada decidí, después de aquel día, por fin dejar de quejarme y hacer algo. El viernes por la noche le dejé una nota a Peter, el que se ocupa del edificio, diciéndole que lo que no me arreglara durante el finde que iba a estar fuera, lo arreglaría alguien a quien yo iba a pagar, y por supuesto pensaba descontar ese dinero del cheque. Me llamó el domingo por la noche para decirme que eso no se podía hacer y que de todas maneras ya había hecho un par de cosas (ya tengo luz en el dormitorio, ¡por fin!). Me da igual que no se pueda hacer, ya bastante he esperado yo, así que le daré el cheque hoy, pero para primeros de octubre, cuando toque otra vez, haré lo mismo con las dos o tres cosas que quedan. Que se acerca el frío y no puedo cerrar la ventana bien...

Sobre John, la verdad es que el tipo es un desastre, pero al menos buena intención pone. Eso sólo hace que esté menos cabreado con él, pero la situación sigue sin arreglarse, así que creo que me seguiré tomando la semana de relax. Por otra parte sigo con papeleos, ya tengo SIN (oséase, número de seguridad social) y ahora voy a por cobertura médica y exención de impuestos provinciales. ¡La lucha sigue!

miércoles, 7 de septiembre de 2005

Un día de mierda

Sí, de mierda de la buena. En realidad el día ha empezado muy pronto, allá por la una de la mañana. Porque esta noche no he dormido (os ahorro los detalles). No hay manera de que mi familia y yo nos pongamos de acuerdo para repartirnos la cama y el sofá, aunque yo lo veo muy claro, pero bueno... al menos esto ya lo he arreglado: la simpática mujer que me deja tocar su piano me había ofrecido una cama, así que hoy mismo he ido a pedirle el favor, y yo dormiré allí estos días.

Por otra parte, John no acaba de arreglar mi papel, y si esto se alarga un par de días más me perderé el siguiente día de paga y no cobraré hasta octubre. Iba a echarle una bronca hoy si le veía, porque ahora lo que se tarde es sólo culpa suya; pero al final he vuelto a ser un idiota y me he callado.

Y ayer el capullo del conserje me llamó para ver si tenía el cheque de la renta, le di largas por no decirle lo que debería haberle dicho. Esta mañana he llamado para informarme sobre poner una denuncia, pero tardan entre 1 y 3 años en ir a juicio con esto, asi que básicamente pueden tomarme el pelo hasta que se me acabe el contrato de alquiler. De todas maneras he llamado a la empresa, el tipo no estaba y que le he dejado un mensaje contundente (he conseguido no gritar ni insultar pero ha costado). Y ya tengo claro que no voy a pagar la renta hasta que me arreglen todo. Igual acabo siendo yo al que llevan a juicio, pero pasarse dos meses sin luz en el dormitorio no es serio, por decir sólo una de las cosas que hacen falta.

En fin, no tengo ningunas ganas de trabajar, las muchísimas energías que tenía se han ido todas a la mierda con todo esto. Al menos se me ha pasado en buena medida el infinito cabreo que he tenido todo el día. Creo que a partir de ahora haré turismo con mi familia y que den por culo a todos hasta que se arreglen las cosas. Mañana iremos al jardín botánico y a un espectáculo donde actúan algunos de mis profesores de tango. El sábado por la mañana nos vamos a Toronto, el domingo a las cataratas de Niágara, y de vuelta el lunes, supongo. Ya contaré y pondré fotos, buen finde si no escribo antes.

martes, 6 de septiembre de 2005

El ganador se lo lleva todo

Se acerca la hora de la verdad. Busco mi sitio, me preparo, me acomodo. Mi contrincante hace lo mismo. Cada uno con un único objetivo en mente. La concentración es esencial, la relajación es fundamental. Cada uno dando la espalda al otro, siendo perfectamente consciente de lo que está en juego. Un ganador. Un perdedor.

El tiempo pasa lentamente, pero no debo pensar en ello. Si no estoy relajado y distendido, la derrota es segura. No debo ponerme nervioso, ni pensar en mi oponente: de espaldas a mí, siguiendo el mismo camino que yo, corriendo contra mí, ambos jugando contra reloj pero al mismo tiempo esperando.

Mi mente comienza a alejarse, poco a poco, del mundo real. Mis pensamientos, cada vez menos conscientes, se diluyen entre muchas pequeñas ideas que vagan al azar por mi cabeza. Aunque ya no me doy cuenta, cada vez estoy más cerca de mi meta. Y entonces, sin previo aviso, el mundo real me golpea crudamente...

ZZZZZZZZZZ.

La realidad es incontestable: mi hermano ha empezado a roncar antes que yo. Él es el vencedor esta noche, el que ronca a pierna suelta mientras el otro recuerda sistemáticamente a todos los antepasados del que ha conseguido dormirse primero (con el agravante de que en este caso esos antepasados son los míos). De nuevo, su combinación de potente ronquido (aunque no le ando muy a la zaga) y sueño eficaz y pesadísimo han dado al traste con mis planes de dormir suficientes horas para no ser un día más el zombie más español de Montreal. Ni siquiera una buena tunda de patadas a traición sería una solución; sólo valdría para repetir mi derrota esta noche.

Mañana compro tapones. La victoria (y la salud en este caso) bien vale saltarse un poco las reglas.

Vaya manera de empezar a compartir mi flamante cama de matrimonio.

domingo, 4 de septiembre de 2005

O Canada! (de vuelta en casa)

Bueno, pues ayer cogimos el avión (en realidad dos) y nos plantamos en Montreal después de unas 12 horas de viaje. Es en plural, mi madre y mi hermano estarán conmigo dos semanas. El viaje se hizo corto, aunque no para mi madre, que no se cansó de mirar por la ventanilla (lo más lejos que había ido era Portugal y Barcelona). Por mi parte, me habían regalado un libro de Sudoku, a lo que dediqué casi todo el viaje. De todas maneras, estaba reventado, porque eran las fiestas de Alcorcón y me acosté a las 2:30, para luego levantarme antes de las 9. Por cierto, saludos a Jorge, Fito, y mi tocayo David (por respeto no pongo la foto del pulpo). Por ayudarme a acabar mis vacaciones como tiene que ser.

En fin, cuando llegué a Montreal tuve una sensación rara, supongo que por juntarse por un momento mis familiares sensaciones en casa (llevaba dos días de muy buen humor antes de venirme de Madrid, deseando volver) con las sensaciones familiares del pasado (llegar hablando en español con la familia). Por otra parte, me esperaba un montón de burocracia y controles de seguridad (tardamos un siglo en el transbordo, porque fue en Filadelfia, están locos estos americanos). Pero no fue así, salvo para mí, que tuve que hacer una cola para que me dieran el permiso de trabajo (ya os contaré los últimos pasos para conseguirlo finalmente). Y todo para que me impriman un papelito y me lo grapen al pasaporte. En fin, al menos ahora sí serán sólo un par de semanas antes de cobrar.

Y eso, hoy no he hecho mucho, ni siquiera descansé de verdad; estaba ya demasiado acostumbrado a una cama grande para mí solo. Hemos dado alguna vuelta por la ciudad, pero a partir de mañana, yo trabajo de 9 a 5, mientras ellos van viendo cosas. El finde les llevaré a Toronto a las cataratas de Niágara. Pero yo vengo con las pilas muy cargadas y muchas ganas de trabajar. Igual notaré el tener visita porque tendré pocas oportunidades de vida social y eso me rompe la rutina, pero también tiene sus cosas buenas, cómo no. Ya os contaré más, que para mí también es una buena oportunidad de hacer de turista.

viernes, 2 de septiembre de 2005

Último día de vacaciones

En un rato hago la maleta, por una vez la haré con algo de antelación (salimos mañana), porque mañana por la mañana salimos. De todas maneras, hoy son las fiestas de Alcorcón, así que saldré como en los viejos tiempos, con algunos amigos.

La verdad, estoy deseando volver. Ha sido genial ver a tanta gente querida, pero echo de menos mi apartamento, mi rutina, las pequeñas cosas que tenía allí. Cuando vuelva no será todavía lo mismo, seguiré un par de semanas de semi-vacaciones, trabajando pero con la familia. Aun así, me apetece mucho volver a Montreal, a casa.

Pues nada, ya escribiré otra vez cuando esté de vuelta. Encantado de haber visto a muchos de vosotros, y ya volveré por aquí en navidad si todo va bien.

martes, 30 de agosto de 2005

Esta vez en Madrid

Ya avisaremos cuando sepamos la fecha de la boda. Espero que la novia de Alex no se moleste mucho.



Por cierto, el sitio era genial, una cervecería donde tenían un montón de marcas y tipos de cerveza (yo tomé una con melocotón y otra con plátano). Lástima que después de las dos cervezas perdiera un poco la capacidad de orientación, ya no sé muy bien dónde estaba el local...

lunes, 29 de agosto de 2005

¿Con papeles?

Después de llegar a casa a cenar, he mirado el correo, y había unos cuantos de John. Diciéndome que ha llegado mi permiso de trabajo. Ahora lo único que falta es que llegue a tiempo a mis manos, es decir antes del sábado. Le he llamado pero no estaba en casa; son las 12:40 de la noche, espero su llamada al móvil, por si acaso; quiero decirle claramente que no me lo mande por correo urgente ni nada de esas cosas que a las malas se alargan hasta una semana; FedEx, UPS y similares son la única solución. En fin, estoy muy contento, aunque no debería cantar victoria hasta que lo tenga entre mis manos. A esperar un poco más.

Mientras, sigo viendo amigos y amigas por doquier. No le pido más a estas vacaciones. Mañana recojo mi nuevo pasaporte (¿os he contado que es el cuarto que me hago en diez meses?) y con eso se me acaban los papeleos a este lado del charco.

Ya os tendré al día.

domingo, 28 de agosto de 2005

Visita fugaz a Santander

Muchos lo sabéis obviamente, pero lo cuento igual: como aquí en Madrid mucha gente no estaba disponible, me fui rápidamente a Santander, a pasar viernes y sábado. Me lo he pasado genial, y he tenido muchas sensaciones allí: sentirme como si hiciera veinte años que me fui; sentirme como en casa; ver a la gente, que no cambia y que al mismo tiempo es ya muy diferente de la última vez, como yo mismo. Todas positivas, en cualquier caso.

No pude ver a casi nadie en la universidad porque llegué el viernes a la hora de comer y ya estaba cerrada, toda una pena. Al menos consegué cenar y bailar con muchos amigos: Jesús, Iván, Beatriz, Ana, Laura, José Luis y Fernando (no bailé con todos, ¡saludos!).

El sábado lo pasé tranquilo (el estómago me estaba dando la lata) pero también vi a unos cuantos amigos, de los que no tengo fotos (saludos a Carmen, Mario, María y Paquito, y de nuevo a Fernando). Un rato después cogí el autobús a Madrid, con la sensación de haber aprovechado bien el tiempo. En muchos sentidos. Espero que la semana que me queda mantenga el nivel...

lunes, 22 de agosto de 2005

Fly away

Dentro de una hora cojo el taxi hacia el aeropuerto. Si fuera un tío nervioso estaría acordándome de los accidentes aéreos de Toronto (2 de agosto, milagrosamente sin víctimas); Atenas (14 de agosto, 121 víctimas); Venezuela (16 de agosto, 160 víctimas); más los 17 soldados españoles, y otros aviones pequeños. No veo la tele, no compro periódicos... pero cada vez que me entero de algo, ha habido otro accidente aéreo. En fin, si conseguí volver de Canadá a España un mes después del 11-S sin contratiempos, ahora estoy más que tranquilo.

Ah, a todo esto, no me ha llegado el permiso de trabajo. Si llega estos días me lo mandarán urgentemente; si no, cuando me vuelva a Canadá el día 3 con mi hermano y mi madre (que van a visitarme dos semanas) tendré que solicitarlo en el punto de entrada al país. Es decir: volver a pagar 150$, entregar todos los papeles, posiblemente un examen médico, quizás una entrevista, e indudablemente muchas horas en el aeropuerto hasta que decidan si me dejan entrar o me obligan a volverme. Vamos, que me veréis de protagonista en la segunda parte de "La terminal"...

Pero bueno, sin adelantar acontecimientos. Mañana a la hora de comer andaré por casa. El próximo post, desde Madrid.

lunes, 15 de agosto de 2005

7 días

Dentro de una semana, a estas horas creo, estaré cogiendo un taxi hacia el aeropuerto, y unas cuantas (bastantes) horas después, el 23 de agosto, estaré aterrizando en Madrid. Hasta hace unos pocos días no era consciente de esto, de que volveré a la que ha sido mi casa durante más de 20 años, y posiblemente a la ciudad donde he vivido cinco años y algunas de las cosas más importantes de mi vida. No, no soy muy consciente, ni aun a sólo una semana; porque, afortunadamente, tengo una vida aquí, cada vez más llena de gente y cosas importantes; y aunque desde hace unos días se me han despertado deseos y sueños de volver a España para quedarme algún día, sé que sólo es el recuerdo de lo bueno que tuve, pero estoy aún más convencido de que aquí estaré tan bien como he estado nunca en ningún sitio, porque yo estoy como nunca lo he estado antes. De todas maneras, qué aburrida sería la vida si pudiera uno hacer planes de futuro sabiendo que van a cumplirse...

En un nuevo capítulo del culebrón "El matemático no tiene quien le escriba", he mirado el correo, como todos los días, y hoy tampoco ha llegado mi permiso de trabajo. Si no llega antes de que me vaya, no sé exactamente cómo tendré que hacer para volver a entrar en el país. Si alguien tiene alguna patera de sobra, que me haga el favorcillo...

Todavía escribiré una o dos veces más antes del viaje, supongo, pero pronto estaré escribiendo a la hora de comer, o de cenar, o a cualquier otra... sabiendo que casi todos los que pasáis por aquí estáis haciendo lo mismo, en lugar de cenar cuando yo desayuno, dormir cuando yo salgo a pasear... y con suerte, en uno u otro momento estaré haciendo alguna de esas cosas con algunos de vosotros.

Besos y abrazos

domingo, 7 de agosto de 2005

Fotos de la barbacoa

Esta ha sido una larga semana, en la que he hecho de todo menos trabajar. Total, es difícil motivarse cuando lo que haces no es muy interesante y encima sabes que el tipo que tiene que firmar tu contrato, no lo acaba de hacer porque está medio peleado con la universidad. Pero me lo he pasado genial, tampoco puede uno desperdiciar el verano cuando sabe que en pocos meses empezará un largo, largo invierno frío y blanco. Por otra parte, en poco más de dos semanas voy a España; ni me había dado cuenta, la verdad, con lo bien que lo estoy pasando aquí. Espero daros una buena oportunidad para que dejéis el listón muy alto...

Y lo dicho, aquí tenéis fotos de la gente con la que celebré mi cumpleaños. Para que veais que no tienen la cabeza partida ni nada (aunque casi todos eran de fuera)... son Jorge, Rana, Alica, Remie, Nathalie (la anfitriona), Hugo, Karol, Patrick y Anne.

domingo, 31 de julio de 2005

Otros blogs

Aprovecho para hacer publicidad de otros tres sitios (podéis encontrarlos en la barra de la derecha). Aviso: corréis el peligro de perder mucho tiempo con estos.


- Res Nullius, poesía que sale de muy abajo.

- Mundos de Nepomuk, la vida nunca es aburrida.

- Diario de una mujer gorda, hacía mucho, mucho tiempo que no leía nada tan bueno como esto. La autora es una abuela argentina que se dedica a contar todo tipo de cosas sobre su familia. Todo. Algunos que me han hecho reír y/o llorar son Carta de Mirta al Diego (cómo entender lo que es amar a Maradona como muchos millones lo hacen), Lágrimas por Messenger (no tengo palabras) o La Sofi y el cunnilingus (me caí al suelo de la risa).


PD: en el momento de escribir esto, el Diario de una mujer gorda no funciona, si no me equivoco andaban pendientes de empezar otra vez justo el 1 de Agosto. Se puede encontrar en Google (en la caché que se guarda), o esperar a ver si se arregla. Realmente os lo recomiendo.

2 x 1

Como si no hubiera sido suficiente celebrar mi cumpleaños durante 30 horas (empecé a ser felicitado justo después de medianoche en España, es decir, a las 6 de la tarde del día anterior) también lo celebré ayer con una cena. Mi amiga Nathalie, a la que conocí en clase de salsa, me dijo que podía usar su casa para hacer algo, así que hubo barbacoa. Estuvo muy bien, estoy encantado con la gente que voy conociendo aquí. Además también hubo algunos regalos, entre los que hay que destacar a mi nuevo compañero de piso. Es silencioso, pero muy agradable, y no me va a dar mucho trabajo en casa. Es un hibisco (¿se dice así?) y se llama Chuck (el nombre viene de un antiguo juego de ordenador, qué recuerdos...).

Lo de la barbacoa estuvo bien, salvo por dos pequeños contratiempos: intenté hacer pollo con ketchup y miel, y he aprendido que es mala idea hacerlo en la barbacoa. La mitad no quedó muy cocinado, la otra mitad quedó demasiado cocinado; bueno, si le quitabas la capa carbonizada de un centímetro de grosor, estaba bien. Y también sufrí un pequeño accidente, al no distinguir entre abrir la tapa de la barbacoa agarrando la parte de madera, y elegir la parte metálica. Una cicatriz de un par de centímetros me servirá de recordatorio (me siento como las vacas cuando las marcan en los establos).

Otro día pongo fotos de la gente, de la cena y de Chuck.

miércoles, 27 de julio de 2005

Como un roble

El lunes me llegó una carta de Inmigración. La abrí esperando buenas noticias, y me encontré con una petición de exámen médico. En fin, si tuviera algo contagioso, creo que he tenido más que de sobra en cuatro meses para diseminarlo por aquí... supongo que quieren asegurarse de que no tengo nada crónico que vaya a arruinar a la sanidad canadiense. El caso es que hoy me han hecho el examen, no ha sido gran cosa, salvo la muestra de orina (tonto de mí, acababa de pasar por el servicio en la clínica antes de acercarme a recepción). Y claro, los $230 que me ha costado la broma. Al menos ahora sé que no me faltan papeles que adjuntar, y posiblemente en dos o tres semanas consiga el permiso. ¡Y que estoy muy bueno! (fisiológicamente hablando).

Por lo demás, estoy agotado por el largo día de ayer, lleno de cosas que hacer y gente con quien hacerlas. Por cierto, aquí en el día de tu cumpleaños, tú no invitas a nadie, sino que te invitan. Supongo que eso forma parte de alegrarle el día al cumpleañero, pero entiendo que así te felicitará menos gente...

Ah, y el lunes, mirando la factura del móvil, vi que cobran unos céntimos por la línea de emergencia, el famoso 911. Se lo cobran a todo el mundo, es mantenimiento, no por uso. Cosa que me tranquiliza, porque por si no la hubiera usado ya bastante, esa misma noche también llamé a la policía porque había dos tipos amenazando con pelearse en la calle. Si es que...

domingo, 24 de julio de 2005

Por cierto...

... si alguien quiere llamarme al móvil para felicitarme, que lo haga sabiendo que puede arruinarse. Los emails son rápidos, sencillos, y se agradecen mucho. Pero cualquier cosa vale (si después de esto os olvidáis, es para mataros). Ea, seguid con lo vuestro

Este sitio es muy bueno

Y no sólo lo digo yo. A día de hoy:

This site is certified 33% EVIL by the Gematriculator This site is certified 67% GOOD by the Gematriculator


Si queréis hacer lo mismo con otros sitios, usad el Gematriculator vosotros mismos. Yo me voy a rezar un rato.

miércoles, 20 de julio de 2005

Están locos estos matemáticos

Estoy estudiando ahora un pequeño problema relacionado con particiones, que son maneras hay de escribir un número dado como suma de números más pequeños. Pues bien, buscando en internet me he encontrado con algo llamado McNugget numbers. Me resultó gracioso el nombre, ¿una nueva campaña publicitaria de McDonalds? No claro, McNugget será el apellido de un matemático, que los hay muy raros. Un poco después, me encuentro con que los números de McNugget son aquellos que se pueden escribir como suma (con posibles repeticiones) de 6, 9 y 20. ¿Son familiares estas cantidades?

Muy mosca ya con el tema, me he ido a la Sloane's On-Line Encyclopedia of Integer Sequences, que es una base de datos de secuencias interesantes de números (cuando oí hablar de esta base de datos me pareció una tontería, es posible inventarse tantas secuencias sin ningún significado... luego me ha resultado una herramienta útil y todo). Allí he buscado "McNugget" y ha aparecido la misma definición. Por último, he ido a MathWorld, que es una especie de enciclopedia de matemáticas, y allí se han confirmado mis sospechas. A dónde vamos a llegar.

Este pequeño episodio se une a otras parecidas anécdotas relacionadas con matemáticas y internet. Como por ejemplo, el hecho de que hay una lista de 26 grupos finitos especiales, más otro grupo en una categoría parecida, considerados excepcionales (el más grande es precisamente el llamado grupo monstruo, relacionado con algunas cosas que he hecho). Estos grupos se denotan con las iniciales de gente relacionada con su estudio, más algún subíndice. Excepto en un caso: podéis ver en este link que se disculpan por no poner el nombre del matemático correspondiente. El pobre hombre cometió el imperdonable error de apellidarse "Tits", lo que hace que algunos buscadores automáticos clasifiquen la página como erótica/pornográfica. ¿Qué dirían vuestras madres si supieran que estáis buscando en Google algo llamado Tits group? "No, si es para un trabajo de matemáticas, en serio..."

Y ya no os digo nada de lo divertido que es buscar ayuda en internet sobre el sistema de procesador de textos científicos que usamos los matemáticos. ¿A quién se le ocurrió llamarlo LaTeX?

PD: Que sepáis que Batman existe. Y está en Turquía. Ay, incrédulos, que Google nunca miente...

martes, 19 de julio de 2005

¿Y éste, qué hace aquí?

lunes, 18 de julio de 2005

Cuenta atrás

El tiempo pasa, y hay cosas que se van acercando inexorablemente al ritmo de 24 horas por día. Dentro de ocho días es mi cumpleaños, como cae en martes no habrá mucho que hacer ese día, pero el sábado siguiente haremos algo en casa de Nathalie, una amiga con la que bailo salsa y que me ha ofrecido su sitio para organizar algo. Probablemente una cena+fiesta, aunque no tengo mucha gente a la que invitar algo habrá.

Por otra parte, también se va acercando la vuelta a casa por vacaciones. Llego a España el 23 de agosto (un día antes del cumple de mi madre) y estaré allí hasta el 3 de septiembre, porque luego empiezo pronto las clases. No tengo ni idea de lo que haré, sobre todo en lo que respecta a ir a Santander, así que ya veremos cuando esté por ahí.

Puestos a seguir contando hacia atrás, mañana me traen un par de muebles de segunda mano que he comprado. Y contando hacia delante: ¡más de 9 días sin un robo en casa!

Cine: el sábado fui al cine a ver "Wedding crashers", una peli de risa sobre dos tipos que se dedican a colarse en bodas para ligar. Por supuesto no ganará el oscar al mejor guión, pero me reí mucho, y no fui el único, a ratos no se les oía hablar por las risas de la gente. En fin, sé que en España hace menos gracia de todas maneras...

martes, 12 de julio de 2005

Como en los viejos tiempos

¿Quién decía que iba a echar de menos España? Con lo fácil que ha sido conseguir un poco de ese algo que nos caracteriza, que tanto odiamos pero al mismo tiempo que tanto nos recuerda a nuestra tierra... me refiero, cómo no, a la burocracia española. Qué mejor que una castiza señora sentada hablando por teléfono y riéndose mientras esperas en la ventanilla.



Sí, hoy he tenido algo de eso cuando he ido a pedir mi pasaporte al consulado. Curiosamente, sólo tardan una semana y sólo me ha costado $28. Así que estoy bastante contento. Por lo demás, todo sigue igual: trabajando sin cobrar, ni asomo de hacerlo hasta agosto por lo menos; bailando un montón, a falta de otros hobbies que practicar; días soleados y un poco calurosos, salpicados de tormentas eléctricas y chaparrones súbitos; una casa que limpio más o menos al mismo ritmo que ensucio, y que "me limpian" más o menos al mismo ritmo que repongo...

Por cierto, mi cumpleaños está a la vuelta de la esquina, así que he pensado que a la poca gente que conozco aquí les pasaré una especie de "lista de boda" para que, si me compran algo, al menos sea algo útil. Para los que estáis un poco más lejos, he encontrado el sitio perfecto (americano, claro):


http://www.lawcrimescene.com/


(Por cierto, no me mandéis nada muy valioso que mi buzón está roto.)

lunes, 11 de julio de 2005

No preocuparse...

Ea, la semana comienza con un intento de volver a la normalidad del todo. Ayer uno de mis ex-vecinos, al que visité por primera vez desde que me mudé, me prestó una mesa y una silla, que me ayudó a traer, y así vio el apartamento. De esta manera, he conseguido bajar la proporción de malhechores/visitantes, que estaba ya en el 50%. He estado pensando en soluciones para ahuyentar a los futuros cacos, se me han ocurrido un par:


- Colgar en la cocina (punto de entrada) un cartel que diga en los dos idiomas que ya no tengo nada que me puedan robar, que el último pasó por allí hace 2 días. Y lo mejor es que es completamente cierto.

- Clavar en la pared de la cocina un corazón de vaca sangrante, dibujar un pentagrama invertido con ketchup, y poner unas velas negras. Que eso da mucho canguelo si te lo encuentras de repente.

- Con cinta adhesiva, dibujar una silueta humana en el suelo. Conseguir un poco de cinta de esa de "Police line. Do not cross" y ponerla alrededor.

En fin, se aceptan otras sugerencias. No violentas, por favor. Que me conozco, y sé que la falta de miedo me puede llevar a hacer tonterías como volver a enfrentarme al próximo visitante que pille en casa. Ya intento mentalizarme: ante una emergencia, llamar al 911 y, o bien esconderse, o bien salir de la casa sin intentar retener al tipo. A ver si me acuerdo...

PD1: el sábado vi "Los 4 Fantásticos", si os gustan de ese tipo id a verla, por lo demás no tiene nada nuevo que aportar.

PD2: si alguien quiere una dirección de correo de Gmail, tengo invitaciones de sobra. Es muy bueno, si pensáis en cambiar hacedlo a Gmail.

PD3: si no os apetece estar entrando a la página para ver cuándo hay posts nuevos (y la frecuencia bajará de manera proporcional a la de los informes policiales) podéis inscribiros en la barra de la derecha, y recibiréis un email cuando haya actualización.

sábado, 9 de julio de 2005

Y van dos...

Venía del cine, pensando en escribir acerca de la peli que he visto... hace media hora he llegado a casa, he encontrado la puerta sin cerrar con llave, he pensado que soy muy despistado teniendo en cuenta lo de ayer... luego he empezado a echar cosas en falta, he llamado a la policía, y hace cinco minutos se han ido. Se han llevado, que yo sepa, mi mochila (nada de valor), mi disco duro portátil (tampoco valía mucho, duele más por todas las películas que tenía pendientes de ver), y mi pasaporte. Eso último me traerá unos cuantos líos ahora que estoy pendiente de inmigración... me voy a dar una vuelta, quizás tomar unas cervezas. Ya escribiré más mañana...

viernes, 8 de julio de 2005

Break & into

En los ocho días que llevo en el apartamento, sólo tres personas me han visitado:

La primera fue Peter, el conserje, para ver qué pequeños arreglos había que hacer.

La segunda fue Rosline, la mujer que me vendió la cama, a la que le enseñé el sitio.

De la tercera persona no puedo decir mucho. La primera vez que le vi fue al abrir los ojos esta mañana. Me desperté alrededor de las 7AM, y vi a alguien caminando por mi pasillo. Mi primer pensamiento, aún saliendo del sueño, fue que Peter venía a arreglar las cosas, porque iba a haberse pasado ayer. Pero no tenía mucho sentido que hubiera entrado silenciosamente, no me hubiera dicho nada... y tampoco se parecía a Peter.

No puedo contar exactamente qué se me pasó por la cabeza, sólo sé que estaba muy tranquilo, racionalizando la situación. Recuerdo ahora, cuando todavía el tiempo no ha hecho de mis recuerdos algo difuso, que el tipo no me dió la impresión de ser peligroso cuando le vi pasar. Es decir, no caminaba como alguien que se oculta, o que tiene prisa, o que busca algo. Más bien como si un tranquilo paseo le hubiera llevado al interior de mi apartamento.

Durante unos segundos, mi mente intentó reajustarse a la nueva situación por partida doble: estar despierto de golpe y acabar de ver a otra persona en casa. Me levanté lentamente de la cama, me acerqué a la puerta, y escuché atentamente, porque todavía no acababa de creer lo que había visto. Un momento después oí a alguien caminando lentamente en el salón, haciendo crujir la madera del suelo.

Así que salí y fui caminando al salón. Al llegar le vi, asomándose por mi ventana, como quien disfruta del paisaje. El me vio llegar y me miró. Me acerqué a él y le pregunte, en tono serio, qué hacía allí. Me contestó, de manera suave e incómoda, que buscaba a un amigo. Le dije que no había nadie más que yo, y que se marchara. Le acompañé a la puerta, la abrí y se fue.

Entonces sí me puse un poco nervioso, preguntándome cómo demonios habría entrado por la puerta, si tendría copias de las llaves, etc. Pero caí en que, al dejarle salir, la puerta estaba bloqueada. Fui a la cocina y, efectivamente, la ventana estaba abierta casi del todo. Seguramente había saltado a la escalera de incendios y había visto una ventana un poco abierta por la que entrar. La cerré. Volví al salón, no se había llevado nada. Tampoco tengo gran cosa, sólo tenía el portátil cerca de la ventana, y el tipo ni lo tocó.

Un rato después, por fin reacciono y voy a la policía, a una comisaría cercana. Nada más llegar, una mujer que estaba en la calle se me acerca, entra conmigo y ya dentro saca una tarjeta de acceso. Ante mi desconcierto, se me pone a hablar francés, un poco después llega otra persona que me dice en inglés que eso es un centro de detención así que tengo que ir a otra comisaría (creo que por mis pintas pensaban que volvía "al hogar"). Después de andar un rato más, llego a la otra comisaría, donde me explican que tengo que volverme a casa y llamar al 911 para que manden un agente... Lo hago, y sorprendentemente el agente llega muy pronto. Me hace unas preguntas, echa un vistazo rápido al piso, rellena unos papeles, y me da una tarjeta con el número del caso, por si vuelvo a ver al tipo.

Cinco horas después del incidente, me parece bastante irreal, pero no es más que una anécdota. Aun así, sé que igual durante un par de días me aseguraré mucho de cerrar puertas y ventanas, hasta que mi espíritu vuelva a estar al nivel de paz habitual.

Este curioso incidente tiene consecuencias estadísticas muy interesantes: he sufrido un allanamiento de morada en sólo 8 días, muy norteamericano esto; y el 33% de la gente que ha visitado mi apartamento lo ha hecho sin mi permiso y cometiendo un delito. Ahora me apresuraré a invitar a gente para bajar un poco la media, que voy a criar mala fama...

(Nota del autor: todo lo relatado en este post es absolutamente cierto. De hecho, el post original contenía ciertos pasajes líricos de naturaleza épica que describían una supuesta lucha enconada a muerte con mi desconocido atacante. Pero cualquiera que me conozca sabe que eso sí que es imposible, así que me he limitado a los hechos reales.)

jueves, 7 de julio de 2005

... y el miércoles descansó

Sí, Dios fue capaz de crear muchas cosas en seis días, pero yo no he aguantado tanto. Ayer me pasé el día tocando el piano, paseando y bailando. Porque el martes acabé bastante cabreado con John, todo hay que decirlo... aparte de no tener todavía el permiso de trabajo, que sigo esperando (me siento como el protagonista de "El coronel no tiene quien le escriba"), necesito que él dé luz verde al contrato, y no lo hace porque quiere saber exactamente cómo se va a gastar su dinero (de su beca se saca no sólo mi sueldo sino también los beneficios adicionales). El otro día nos llamaron para decirnos que de mi sueldo él paga una parte y la universidad otra, pensé que eso sería suficiente porque incluso aunque los beneficios fueran un porcentaje alto, seguiría quedando por debajo de lo que él quería gastar al principio. ¡Pero eso no es suficiente! Quiere saber exactamente cómo se gasta, y si hay beneficios opcionales (por ejemplo, hay una especie de subsidio de desempleo, que en mi caso igual no tendría mucho sentido porque si me quedo sin trabajo quizás no pueda quedarme aquí).

El resultado es que, debido a que estas cosas se procesan en la universidad cada dos semanas, ya no voy a cobrar este mes ni aunque se arreglaran todos los papeles inmediatamente. Eso harán dos meses sin cobrar. John se ofrece a prestarme dinero, pero ese no es el asunto, y no creo que él lo entienda...

Por eso ayer me declaré "en rebeldía" y ni aparecí por el despacho. Me fui al otro campus, donde averigüé dónde puedo tocar el piano, y como ya me había impreso dos partituras, toqué un par de horas. Por cierto, mi futuro repertorio:


   Chopin - Nocturna

   Mozart - Marcha turca

   Debussy - Claro de luna

   Beethoven - Para Elisa

   Nyman - The heart asks pleasure first

Algunas de estas cosas ya las toco a trozos. También busco algún tango para tocar, todavía no he encontrado ninguno. Bueno, ya veis que por ambición no será...

Hoy he vuelto al trabajo, en fin, tampoco hay que ser muy perro con estas cosas, además al final se perjudica uno solo si no avanza, es lo que tiene la investigación. Gajes del oficio.

Sobre mi piso, ya llevo dos noches durmiendo, empieza a estar limpio y me voy permitiendo ciertos lujos, como platos y cubiertos. Para agosto, una silla. Pero lo importante es haberme mudado. Ahora ya no hay marcha atrás. Como decían los romanos, "Alea jacta est", que para los que no lo sepáis quiere decir "hala, ya está, ea".

lunes, 4 de julio de 2005

Algo se va, algo nuevo viene

(Iba a poner esto hace unos días, pero se ha juntado con los posts anteriores así que mejor no ponerlo todo a la vez).

Algunos sabéis que todo un poco el piano. Bueno, lo hice cuando era joven, unos añitos, y lo dejé de mala manera, pero siempre estuvo ahí, dentro de mí. Hace un año y medio o así, en Santander, empecé otra vez, una mañana a la semana, unas cuantas horas. Lo que podía hasta que me empezaban a doler las muñecas, porque me encantaba. Tocaba dos o tres cosas sólo, casi todo música clásica, y a trozos; cosas que me gustaba escuchar y cuyas partituras había conseguido, porque hay pocas cosas como estar tocando y poder escuchar la música que tú haces y que te gusta. La mayoría del tiempo practicaba con paciencia y ganas, como hay que hacer con el piano: nota tras nota, con cuidado, una y otra y otra vez hasta que tu cerebro y tu cuerpo aprenden el movimiento de memoria. También a ratos dejaba de practicar, cogía las partituras, incluso a veces las que tocaba hace doce o quince años, y tocaba lo que podía, sólo por el placer de hacerlo.

Cuando llegué aquí, quise practicar otra vez. Después de preguntar a muchísima gente, finalmente alguien me dijo que podría ir al otro campus de la universidad, donde está el departamento de música, y allí seguramente podría ir a tocar sin que me dijeran nada.

Mis partituras estaban todavía en Santander, así que después de un tiempo por fin me las mandaron. Normalmente los paquetes tardan poco más de una semana, y ya llevaba esperando tres semanas por ellas, así que la semana pasada fui a la oficina de correos y me dijeron que tuviera paciencia, que en esta época del año hasta el correo desde EEUU tarda medio mes.

Al día siguiente, en un típico momento mío de entrar por la puerta corriendo para cambiarme de zapatos y largarme con prisas a clase de baile, Gwen me dijo "hoy tienes correo". Sólo esperaba dos cosas: las partituras o el permiso de trabajo.

Sobre la mesa había una bolsa de plástico transparente con un gran sobre blanco dentro. Cogí la bolsa y lo primero que vi fueron dos palabras, bien grandes,

We apologize, ...

y dentro, el sobre vacío.

Estaba rasgado por un lado, como si alguien lo hubiera abierto y se hubiera quedado con el contenido, o como si hubiera reventado en uno de los muchos vaivenes que el correo recibe en distancias tan largas. Ni una sola de mis partituras llegó aquí. Ni los libros con los que empecé, ni las partituras que compré unos años después.

Me fui corriendo a clase de baile, sin muchas ganas. Los que me conocían me preguntaron qué me pasaba, pero era difícil explicárselo, o quizás simplemente no quería hablar de ello. Me quedé a bailar un rato, me animé un poco, y luego me fui con una amiga al festival de jazz. Volví a casa más tarde de medianoche, con bastante mejor humor.

Gwen ya se había acostado, fui a la mesa y cogí la bolsa de plástico para bajar a mi habitación. Entonces vi que debajo había otro sobre. Este era pequeño, y de color marrón, de papel reciclado, de esos que usa el gobierno de Canadá. Pero no era el permiso de trabajo, demasiado pequeño.

Lo abrí, y me encontré con un cheque de $75, que tenían que devolverme por una de las dos solicitudes oficiales que había hecho entre muchos otros papeleos. Bajé a mi habitación, y entonces recordé, una vez más, una lección importante que he aprendido:

Por muchas cosas que tengas, por mucha gente que conozcas, y por mucho que valores todo eso que tienes en tu vida, nada ni nadie es tan imprescindible como para que, si alguna vez pierdes algo, o muchas cosas a la vez, o incluso todo, no puedas volver a ser otra vez tan feliz como lo eras antes. No puedes sustituir lo que tenías, y la perdida puede ser muy dolorosa a veces, pero puedes encontrar otras cosas y otra gente que te darán tanto como tuviste antes. Porque al final, lo único importante que tienes en todo momento es a ti mismo.

Sé cuáles son las cosas que quiero tocar. Sé dónde hacerlo. Y ahora tengo $75 ocmo presupuesto para conseguir las partituras. Esta semana lo haré otra vez.

domingo, 3 de julio de 2005

La isla de los famosos

Montreal es, para los que no hayáis mirado un mapa de la zona, una isla. Así que estoy convencido de que aquí se rodará la próxima edición de La Isla de los Famosos. ¿Cómo lo sé? ¡Porque ya me he encontrado con otro!

Ayer fui a ver el espectáculo "Tango Flamenco". EL teatro se llama Jean Duceppe, en honor de un famoso actor quebecois. ¿Y quién estaba sentado dos asientos a mi derecha? Pues su hijo, Giles Duceppe, que no es actor precisamente (¿o sí?).

Sí, he tenido a tiro de colleja al jefe del Bloc Québécois. Es como si os encontráis con Artur Mas o con Josu Jon Imaz en España. Eso sí que habría sido un titular. Qué cobarde soy... (aunque entonces sí me habrían echado de aquí, pero al canal, estoy convencido).

Por cierto, a ver si encontráis el error en el mapa. Están locos estos nacionalistas...

sábado, 2 de julio de 2005

Fotos del desfile

Ea, que luego decís que aquí no hay fotos. El edificio acristalado que sale siempre al fondo es mi futura facultad (justo al lado de donde trabajo ahora).






Mini-video de mi apartamento

He grabado un vídeo con mi cámara de fotos. No se ve gran cosa por la falta de luz, pero es mejor que nada. Justo al final, lo que se ve por la ventana es la puerta del edificio donde trabajo Aquí tenéis el link, son unos 3.6 MB en formato MOV. Si os da error por tasa de transferencia, tendréis que intentarlo un rato después (todas las fotos y demás están en Yahoo! y el límite es unos 4.7 MB/hora).

Un loco día de no-mudanza

Como diría Astérix, "¡están locos estos canadienses!". No sólo en Montreal todos se mudan el mismo día, sino que además eligen el 1 de Julio, la fiesta nacional. Claro, hay desfiles y celebraciones, se cortan calles importantes... así que es imposible encontrar un camión o un par de fornidos canadienses si no lo has preparado todo con antelación. Se suponía que yo no tendría ese problema. Diario de un día nada normal:

8.10: madrugoncillo para ir a la facultad antes de que traigan mi cama; deberían haberla traído el jueves por la noche pero el mozo se olvidó del encargo (por lo visto los canadienses tienen la divertida costumbre de no avisar, simplemente te encuentras con que la persona a la que esperas no viene).

8.50: llego a la universidad.

9.00: llego a mi despacho. Los 10 minutos se deben a que tengo que ir al otro edificio, firmar y pasar por el túnel que los conecta para ir a mi oficina. Todo por no hacerlo por separado en los dos edificios.

9.10: veo un par de llamadas perdidas. Salgo del despacho.

9.25: llego al portal. La todavía dueña de la cama está allí sola, dice que el del camión no apareció, le llamó y está enfermo (¿celebrando con un día de antelación, quizás?). Imposible encontrar a nadie más, y aunque lo hagamos nos costará una pasta, así que hasta el lunes no tendré cama. Como me ha traído almohada y sábanas, intento subir, pero ninguna de las dos llaves abre el portal. Llamo al conserje y no está, le mando un sms.

9.35: me dice que llegará a las 10.30, le espero tomando un café. A las 11 es el desfile y es justo al lado, pero me he dejado la cámara.

10.40: sigo esperando. Me voy al despacho a por la cámara, que siempre la llevo con el ordenador.

11.00: salgo de la universidad sin la cámara, debe de estar en casa. Peter, el conserje, me da la llave y subimos. Sorpresa, el apartamento está vacío de verdad. Es decir, si descontamos toda la mierda acumulada. Me voy a casa a por la cámara y me voy al desfile.

El resto del día lo paso empaquetando cosas, que no son muchas pero suficientes para hacer unos cuantos viajecitos.

Epílogo: sigo durmiendo en casa de Gwen hasta el lunes, ella no está, se ha ido un par de semanas a su tierra natal (Saskatoon, provincia de Saskatchewan). Hoy he ido a comprar unos útiles de limpieza, pasaré un par de horas frotando. Pero no tengo mucho tiempo, uno de los muchos conciertos del Festival Internacional de Jazz es "Tango Flamenco", que viene de Madrid, y tengo una entrada para hoy. Por cierto, en el festival hay montones de conciertos gratis, hay varios escenarios al aire libre donde tocan artistas durante la tarde hasta más allá de medianoche. Creo que durante un par de semanas no madrugaré mucho... me voy a limpiar, ya pondré las fotos del desfile y las que haga del festival.

jueves, 30 de junio de 2005

El día de Canadá

Mañana de nuevo es fiesta aquí: el Día Nacional de Canadá. Esto me hace pensar un poco en las diferencias entre España y Canadá, en la gente, en cómo funcionan las cosas aquí, en el tiempo que llevo ya... por otra parte, mi lado práctico gana el control rápidamente, seguro que hay desfiles y otras cosas parecidas, así que intentaré enterarme de algo interesante que se pueda hacer; si no, de todas maneras tengo trabajo, compras y limpieza que hacer...

...porque, aparentemente, hoy me mudo. ¿Aparentemente? Sí, la cama y el microondas me los traen hoy a las 8 o así, pero el conserje no ha conseguido hablar con la que ocupa el apartamento ahora para saber cuándo se va, así que en principio dejaré la cama en un cuarto del edificio y mañana la subiré. Eso suponiendo que esa mujer haga la mudanza mañana. Pero si no, también estoy tranquilo: soy el inquilino a partir de mañana, y ya tengo copia de la llave, lo que significa que mañana dormiré allí. Independientemente de cuántos muebles me encuentre, de quién sea el dueño de esos muebles, y de cómo se pueda poner cuando vea que (a) sus muebles acaban fuera del apartamento, o (b) me dedico a usarlos hasta que se los lleve. En fin, espero no tener que ponerme a las malas, pero eso de que el casero no haya conseguido todavía hablar con ella no me augura nada bueno...

Lo demás, como siempre. El domingo fui a bailar al puerto, porque allí ponen salsa por la tarde, estuvo muy bien. En cuanto a la competición, ya he decidido bailar con el mejor grupo de los dos, porque sé que me lo pasaré mejor, que es lo primero. Y las posibilidades de ganar mejoran bastante, que hay un dinerillo en juego. Ayer había tango en un parque, fui con una amiga pero no sabíamos donde era; después de andar durante dos horas encontramos el sitio justo cuando empezó a diluviar. Aun así, una buena tarde. Este finde no tengo planes, igual cine, pero supongo que ordenar un poco mis cosas y hacer inventario. Ya os contaré cómo ha ido todo.

¡Buen fin de semana!