domingo, 31 de julio de 2005

Otros blogs

Aprovecho para hacer publicidad de otros tres sitios (podéis encontrarlos en la barra de la derecha). Aviso: corréis el peligro de perder mucho tiempo con estos.


- Res Nullius, poesía que sale de muy abajo.

- Mundos de Nepomuk, la vida nunca es aburrida.

- Diario de una mujer gorda, hacía mucho, mucho tiempo que no leía nada tan bueno como esto. La autora es una abuela argentina que se dedica a contar todo tipo de cosas sobre su familia. Todo. Algunos que me han hecho reír y/o llorar son Carta de Mirta al Diego (cómo entender lo que es amar a Maradona como muchos millones lo hacen), Lágrimas por Messenger (no tengo palabras) o La Sofi y el cunnilingus (me caí al suelo de la risa).


PD: en el momento de escribir esto, el Diario de una mujer gorda no funciona, si no me equivoco andaban pendientes de empezar otra vez justo el 1 de Agosto. Se puede encontrar en Google (en la caché que se guarda), o esperar a ver si se arregla. Realmente os lo recomiendo.

2 x 1

Como si no hubiera sido suficiente celebrar mi cumpleaños durante 30 horas (empecé a ser felicitado justo después de medianoche en España, es decir, a las 6 de la tarde del día anterior) también lo celebré ayer con una cena. Mi amiga Nathalie, a la que conocí en clase de salsa, me dijo que podía usar su casa para hacer algo, así que hubo barbacoa. Estuvo muy bien, estoy encantado con la gente que voy conociendo aquí. Además también hubo algunos regalos, entre los que hay que destacar a mi nuevo compañero de piso. Es silencioso, pero muy agradable, y no me va a dar mucho trabajo en casa. Es un hibisco (¿se dice así?) y se llama Chuck (el nombre viene de un antiguo juego de ordenador, qué recuerdos...).

Lo de la barbacoa estuvo bien, salvo por dos pequeños contratiempos: intenté hacer pollo con ketchup y miel, y he aprendido que es mala idea hacerlo en la barbacoa. La mitad no quedó muy cocinado, la otra mitad quedó demasiado cocinado; bueno, si le quitabas la capa carbonizada de un centímetro de grosor, estaba bien. Y también sufrí un pequeño accidente, al no distinguir entre abrir la tapa de la barbacoa agarrando la parte de madera, y elegir la parte metálica. Una cicatriz de un par de centímetros me servirá de recordatorio (me siento como las vacas cuando las marcan en los establos).

Otro día pongo fotos de la gente, de la cena y de Chuck.

miércoles, 27 de julio de 2005

Como un roble

El lunes me llegó una carta de Inmigración. La abrí esperando buenas noticias, y me encontré con una petición de exámen médico. En fin, si tuviera algo contagioso, creo que he tenido más que de sobra en cuatro meses para diseminarlo por aquí... supongo que quieren asegurarse de que no tengo nada crónico que vaya a arruinar a la sanidad canadiense. El caso es que hoy me han hecho el examen, no ha sido gran cosa, salvo la muestra de orina (tonto de mí, acababa de pasar por el servicio en la clínica antes de acercarme a recepción). Y claro, los $230 que me ha costado la broma. Al menos ahora sé que no me faltan papeles que adjuntar, y posiblemente en dos o tres semanas consiga el permiso. ¡Y que estoy muy bueno! (fisiológicamente hablando).

Por lo demás, estoy agotado por el largo día de ayer, lleno de cosas que hacer y gente con quien hacerlas. Por cierto, aquí en el día de tu cumpleaños, tú no invitas a nadie, sino que te invitan. Supongo que eso forma parte de alegrarle el día al cumpleañero, pero entiendo que así te felicitará menos gente...

Ah, y el lunes, mirando la factura del móvil, vi que cobran unos céntimos por la línea de emergencia, el famoso 911. Se lo cobran a todo el mundo, es mantenimiento, no por uso. Cosa que me tranquiliza, porque por si no la hubiera usado ya bastante, esa misma noche también llamé a la policía porque había dos tipos amenazando con pelearse en la calle. Si es que...

domingo, 24 de julio de 2005

Por cierto...

... si alguien quiere llamarme al móvil para felicitarme, que lo haga sabiendo que puede arruinarse. Los emails son rápidos, sencillos, y se agradecen mucho. Pero cualquier cosa vale (si después de esto os olvidáis, es para mataros). Ea, seguid con lo vuestro

Este sitio es muy bueno

Y no sólo lo digo yo. A día de hoy:

This site is certified 33% EVIL by the Gematriculator This site is certified 67% GOOD by the Gematriculator


Si queréis hacer lo mismo con otros sitios, usad el Gematriculator vosotros mismos. Yo me voy a rezar un rato.

miércoles, 20 de julio de 2005

Están locos estos matemáticos

Estoy estudiando ahora un pequeño problema relacionado con particiones, que son maneras hay de escribir un número dado como suma de números más pequeños. Pues bien, buscando en internet me he encontrado con algo llamado McNugget numbers. Me resultó gracioso el nombre, ¿una nueva campaña publicitaria de McDonalds? No claro, McNugget será el apellido de un matemático, que los hay muy raros. Un poco después, me encuentro con que los números de McNugget son aquellos que se pueden escribir como suma (con posibles repeticiones) de 6, 9 y 20. ¿Son familiares estas cantidades?

Muy mosca ya con el tema, me he ido a la Sloane's On-Line Encyclopedia of Integer Sequences, que es una base de datos de secuencias interesantes de números (cuando oí hablar de esta base de datos me pareció una tontería, es posible inventarse tantas secuencias sin ningún significado... luego me ha resultado una herramienta útil y todo). Allí he buscado "McNugget" y ha aparecido la misma definición. Por último, he ido a MathWorld, que es una especie de enciclopedia de matemáticas, y allí se han confirmado mis sospechas. A dónde vamos a llegar.

Este pequeño episodio se une a otras parecidas anécdotas relacionadas con matemáticas y internet. Como por ejemplo, el hecho de que hay una lista de 26 grupos finitos especiales, más otro grupo en una categoría parecida, considerados excepcionales (el más grande es precisamente el llamado grupo monstruo, relacionado con algunas cosas que he hecho). Estos grupos se denotan con las iniciales de gente relacionada con su estudio, más algún subíndice. Excepto en un caso: podéis ver en este link que se disculpan por no poner el nombre del matemático correspondiente. El pobre hombre cometió el imperdonable error de apellidarse "Tits", lo que hace que algunos buscadores automáticos clasifiquen la página como erótica/pornográfica. ¿Qué dirían vuestras madres si supieran que estáis buscando en Google algo llamado Tits group? "No, si es para un trabajo de matemáticas, en serio..."

Y ya no os digo nada de lo divertido que es buscar ayuda en internet sobre el sistema de procesador de textos científicos que usamos los matemáticos. ¿A quién se le ocurrió llamarlo LaTeX?

PD: Que sepáis que Batman existe. Y está en Turquía. Ay, incrédulos, que Google nunca miente...

martes, 19 de julio de 2005

¿Y éste, qué hace aquí?

lunes, 18 de julio de 2005

Cuenta atrás

El tiempo pasa, y hay cosas que se van acercando inexorablemente al ritmo de 24 horas por día. Dentro de ocho días es mi cumpleaños, como cae en martes no habrá mucho que hacer ese día, pero el sábado siguiente haremos algo en casa de Nathalie, una amiga con la que bailo salsa y que me ha ofrecido su sitio para organizar algo. Probablemente una cena+fiesta, aunque no tengo mucha gente a la que invitar algo habrá.

Por otra parte, también se va acercando la vuelta a casa por vacaciones. Llego a España el 23 de agosto (un día antes del cumple de mi madre) y estaré allí hasta el 3 de septiembre, porque luego empiezo pronto las clases. No tengo ni idea de lo que haré, sobre todo en lo que respecta a ir a Santander, así que ya veremos cuando esté por ahí.

Puestos a seguir contando hacia atrás, mañana me traen un par de muebles de segunda mano que he comprado. Y contando hacia delante: ¡más de 9 días sin un robo en casa!

Cine: el sábado fui al cine a ver "Wedding crashers", una peli de risa sobre dos tipos que se dedican a colarse en bodas para ligar. Por supuesto no ganará el oscar al mejor guión, pero me reí mucho, y no fui el único, a ratos no se les oía hablar por las risas de la gente. En fin, sé que en España hace menos gracia de todas maneras...

martes, 12 de julio de 2005

Como en los viejos tiempos

¿Quién decía que iba a echar de menos España? Con lo fácil que ha sido conseguir un poco de ese algo que nos caracteriza, que tanto odiamos pero al mismo tiempo que tanto nos recuerda a nuestra tierra... me refiero, cómo no, a la burocracia española. Qué mejor que una castiza señora sentada hablando por teléfono y riéndose mientras esperas en la ventanilla.



Sí, hoy he tenido algo de eso cuando he ido a pedir mi pasaporte al consulado. Curiosamente, sólo tardan una semana y sólo me ha costado $28. Así que estoy bastante contento. Por lo demás, todo sigue igual: trabajando sin cobrar, ni asomo de hacerlo hasta agosto por lo menos; bailando un montón, a falta de otros hobbies que practicar; días soleados y un poco calurosos, salpicados de tormentas eléctricas y chaparrones súbitos; una casa que limpio más o menos al mismo ritmo que ensucio, y que "me limpian" más o menos al mismo ritmo que repongo...

Por cierto, mi cumpleaños está a la vuelta de la esquina, así que he pensado que a la poca gente que conozco aquí les pasaré una especie de "lista de boda" para que, si me compran algo, al menos sea algo útil. Para los que estáis un poco más lejos, he encontrado el sitio perfecto (americano, claro):


http://www.lawcrimescene.com/


(Por cierto, no me mandéis nada muy valioso que mi buzón está roto.)

lunes, 11 de julio de 2005

No preocuparse...

Ea, la semana comienza con un intento de volver a la normalidad del todo. Ayer uno de mis ex-vecinos, al que visité por primera vez desde que me mudé, me prestó una mesa y una silla, que me ayudó a traer, y así vio el apartamento. De esta manera, he conseguido bajar la proporción de malhechores/visitantes, que estaba ya en el 50%. He estado pensando en soluciones para ahuyentar a los futuros cacos, se me han ocurrido un par:


- Colgar en la cocina (punto de entrada) un cartel que diga en los dos idiomas que ya no tengo nada que me puedan robar, que el último pasó por allí hace 2 días. Y lo mejor es que es completamente cierto.

- Clavar en la pared de la cocina un corazón de vaca sangrante, dibujar un pentagrama invertido con ketchup, y poner unas velas negras. Que eso da mucho canguelo si te lo encuentras de repente.

- Con cinta adhesiva, dibujar una silueta humana en el suelo. Conseguir un poco de cinta de esa de "Police line. Do not cross" y ponerla alrededor.

En fin, se aceptan otras sugerencias. No violentas, por favor. Que me conozco, y sé que la falta de miedo me puede llevar a hacer tonterías como volver a enfrentarme al próximo visitante que pille en casa. Ya intento mentalizarme: ante una emergencia, llamar al 911 y, o bien esconderse, o bien salir de la casa sin intentar retener al tipo. A ver si me acuerdo...

PD1: el sábado vi "Los 4 Fantásticos", si os gustan de ese tipo id a verla, por lo demás no tiene nada nuevo que aportar.

PD2: si alguien quiere una dirección de correo de Gmail, tengo invitaciones de sobra. Es muy bueno, si pensáis en cambiar hacedlo a Gmail.

PD3: si no os apetece estar entrando a la página para ver cuándo hay posts nuevos (y la frecuencia bajará de manera proporcional a la de los informes policiales) podéis inscribiros en la barra de la derecha, y recibiréis un email cuando haya actualización.

sábado, 9 de julio de 2005

Y van dos...

Venía del cine, pensando en escribir acerca de la peli que he visto... hace media hora he llegado a casa, he encontrado la puerta sin cerrar con llave, he pensado que soy muy despistado teniendo en cuenta lo de ayer... luego he empezado a echar cosas en falta, he llamado a la policía, y hace cinco minutos se han ido. Se han llevado, que yo sepa, mi mochila (nada de valor), mi disco duro portátil (tampoco valía mucho, duele más por todas las películas que tenía pendientes de ver), y mi pasaporte. Eso último me traerá unos cuantos líos ahora que estoy pendiente de inmigración... me voy a dar una vuelta, quizás tomar unas cervezas. Ya escribiré más mañana...

viernes, 8 de julio de 2005

Break & into

En los ocho días que llevo en el apartamento, sólo tres personas me han visitado:

La primera fue Peter, el conserje, para ver qué pequeños arreglos había que hacer.

La segunda fue Rosline, la mujer que me vendió la cama, a la que le enseñé el sitio.

De la tercera persona no puedo decir mucho. La primera vez que le vi fue al abrir los ojos esta mañana. Me desperté alrededor de las 7AM, y vi a alguien caminando por mi pasillo. Mi primer pensamiento, aún saliendo del sueño, fue que Peter venía a arreglar las cosas, porque iba a haberse pasado ayer. Pero no tenía mucho sentido que hubiera entrado silenciosamente, no me hubiera dicho nada... y tampoco se parecía a Peter.

No puedo contar exactamente qué se me pasó por la cabeza, sólo sé que estaba muy tranquilo, racionalizando la situación. Recuerdo ahora, cuando todavía el tiempo no ha hecho de mis recuerdos algo difuso, que el tipo no me dió la impresión de ser peligroso cuando le vi pasar. Es decir, no caminaba como alguien que se oculta, o que tiene prisa, o que busca algo. Más bien como si un tranquilo paseo le hubiera llevado al interior de mi apartamento.

Durante unos segundos, mi mente intentó reajustarse a la nueva situación por partida doble: estar despierto de golpe y acabar de ver a otra persona en casa. Me levanté lentamente de la cama, me acerqué a la puerta, y escuché atentamente, porque todavía no acababa de creer lo que había visto. Un momento después oí a alguien caminando lentamente en el salón, haciendo crujir la madera del suelo.

Así que salí y fui caminando al salón. Al llegar le vi, asomándose por mi ventana, como quien disfruta del paisaje. El me vio llegar y me miró. Me acerqué a él y le pregunte, en tono serio, qué hacía allí. Me contestó, de manera suave e incómoda, que buscaba a un amigo. Le dije que no había nadie más que yo, y que se marchara. Le acompañé a la puerta, la abrí y se fue.

Entonces sí me puse un poco nervioso, preguntándome cómo demonios habría entrado por la puerta, si tendría copias de las llaves, etc. Pero caí en que, al dejarle salir, la puerta estaba bloqueada. Fui a la cocina y, efectivamente, la ventana estaba abierta casi del todo. Seguramente había saltado a la escalera de incendios y había visto una ventana un poco abierta por la que entrar. La cerré. Volví al salón, no se había llevado nada. Tampoco tengo gran cosa, sólo tenía el portátil cerca de la ventana, y el tipo ni lo tocó.

Un rato después, por fin reacciono y voy a la policía, a una comisaría cercana. Nada más llegar, una mujer que estaba en la calle se me acerca, entra conmigo y ya dentro saca una tarjeta de acceso. Ante mi desconcierto, se me pone a hablar francés, un poco después llega otra persona que me dice en inglés que eso es un centro de detención así que tengo que ir a otra comisaría (creo que por mis pintas pensaban que volvía "al hogar"). Después de andar un rato más, llego a la otra comisaría, donde me explican que tengo que volverme a casa y llamar al 911 para que manden un agente... Lo hago, y sorprendentemente el agente llega muy pronto. Me hace unas preguntas, echa un vistazo rápido al piso, rellena unos papeles, y me da una tarjeta con el número del caso, por si vuelvo a ver al tipo.

Cinco horas después del incidente, me parece bastante irreal, pero no es más que una anécdota. Aun así, sé que igual durante un par de días me aseguraré mucho de cerrar puertas y ventanas, hasta que mi espíritu vuelva a estar al nivel de paz habitual.

Este curioso incidente tiene consecuencias estadísticas muy interesantes: he sufrido un allanamiento de morada en sólo 8 días, muy norteamericano esto; y el 33% de la gente que ha visitado mi apartamento lo ha hecho sin mi permiso y cometiendo un delito. Ahora me apresuraré a invitar a gente para bajar un poco la media, que voy a criar mala fama...

(Nota del autor: todo lo relatado en este post es absolutamente cierto. De hecho, el post original contenía ciertos pasajes líricos de naturaleza épica que describían una supuesta lucha enconada a muerte con mi desconocido atacante. Pero cualquiera que me conozca sabe que eso sí que es imposible, así que me he limitado a los hechos reales.)

jueves, 7 de julio de 2005

... y el miércoles descansó

Sí, Dios fue capaz de crear muchas cosas en seis días, pero yo no he aguantado tanto. Ayer me pasé el día tocando el piano, paseando y bailando. Porque el martes acabé bastante cabreado con John, todo hay que decirlo... aparte de no tener todavía el permiso de trabajo, que sigo esperando (me siento como el protagonista de "El coronel no tiene quien le escriba"), necesito que él dé luz verde al contrato, y no lo hace porque quiere saber exactamente cómo se va a gastar su dinero (de su beca se saca no sólo mi sueldo sino también los beneficios adicionales). El otro día nos llamaron para decirnos que de mi sueldo él paga una parte y la universidad otra, pensé que eso sería suficiente porque incluso aunque los beneficios fueran un porcentaje alto, seguiría quedando por debajo de lo que él quería gastar al principio. ¡Pero eso no es suficiente! Quiere saber exactamente cómo se gasta, y si hay beneficios opcionales (por ejemplo, hay una especie de subsidio de desempleo, que en mi caso igual no tendría mucho sentido porque si me quedo sin trabajo quizás no pueda quedarme aquí).

El resultado es que, debido a que estas cosas se procesan en la universidad cada dos semanas, ya no voy a cobrar este mes ni aunque se arreglaran todos los papeles inmediatamente. Eso harán dos meses sin cobrar. John se ofrece a prestarme dinero, pero ese no es el asunto, y no creo que él lo entienda...

Por eso ayer me declaré "en rebeldía" y ni aparecí por el despacho. Me fui al otro campus, donde averigüé dónde puedo tocar el piano, y como ya me había impreso dos partituras, toqué un par de horas. Por cierto, mi futuro repertorio:


   Chopin - Nocturna

   Mozart - Marcha turca

   Debussy - Claro de luna

   Beethoven - Para Elisa

   Nyman - The heart asks pleasure first

Algunas de estas cosas ya las toco a trozos. También busco algún tango para tocar, todavía no he encontrado ninguno. Bueno, ya veis que por ambición no será...

Hoy he vuelto al trabajo, en fin, tampoco hay que ser muy perro con estas cosas, además al final se perjudica uno solo si no avanza, es lo que tiene la investigación. Gajes del oficio.

Sobre mi piso, ya llevo dos noches durmiendo, empieza a estar limpio y me voy permitiendo ciertos lujos, como platos y cubiertos. Para agosto, una silla. Pero lo importante es haberme mudado. Ahora ya no hay marcha atrás. Como decían los romanos, "Alea jacta est", que para los que no lo sepáis quiere decir "hala, ya está, ea".

lunes, 4 de julio de 2005

Algo se va, algo nuevo viene

(Iba a poner esto hace unos días, pero se ha juntado con los posts anteriores así que mejor no ponerlo todo a la vez).

Algunos sabéis que todo un poco el piano. Bueno, lo hice cuando era joven, unos añitos, y lo dejé de mala manera, pero siempre estuvo ahí, dentro de mí. Hace un año y medio o así, en Santander, empecé otra vez, una mañana a la semana, unas cuantas horas. Lo que podía hasta que me empezaban a doler las muñecas, porque me encantaba. Tocaba dos o tres cosas sólo, casi todo música clásica, y a trozos; cosas que me gustaba escuchar y cuyas partituras había conseguido, porque hay pocas cosas como estar tocando y poder escuchar la música que tú haces y que te gusta. La mayoría del tiempo practicaba con paciencia y ganas, como hay que hacer con el piano: nota tras nota, con cuidado, una y otra y otra vez hasta que tu cerebro y tu cuerpo aprenden el movimiento de memoria. También a ratos dejaba de practicar, cogía las partituras, incluso a veces las que tocaba hace doce o quince años, y tocaba lo que podía, sólo por el placer de hacerlo.

Cuando llegué aquí, quise practicar otra vez. Después de preguntar a muchísima gente, finalmente alguien me dijo que podría ir al otro campus de la universidad, donde está el departamento de música, y allí seguramente podría ir a tocar sin que me dijeran nada.

Mis partituras estaban todavía en Santander, así que después de un tiempo por fin me las mandaron. Normalmente los paquetes tardan poco más de una semana, y ya llevaba esperando tres semanas por ellas, así que la semana pasada fui a la oficina de correos y me dijeron que tuviera paciencia, que en esta época del año hasta el correo desde EEUU tarda medio mes.

Al día siguiente, en un típico momento mío de entrar por la puerta corriendo para cambiarme de zapatos y largarme con prisas a clase de baile, Gwen me dijo "hoy tienes correo". Sólo esperaba dos cosas: las partituras o el permiso de trabajo.

Sobre la mesa había una bolsa de plástico transparente con un gran sobre blanco dentro. Cogí la bolsa y lo primero que vi fueron dos palabras, bien grandes,

We apologize, ...

y dentro, el sobre vacío.

Estaba rasgado por un lado, como si alguien lo hubiera abierto y se hubiera quedado con el contenido, o como si hubiera reventado en uno de los muchos vaivenes que el correo recibe en distancias tan largas. Ni una sola de mis partituras llegó aquí. Ni los libros con los que empecé, ni las partituras que compré unos años después.

Me fui corriendo a clase de baile, sin muchas ganas. Los que me conocían me preguntaron qué me pasaba, pero era difícil explicárselo, o quizás simplemente no quería hablar de ello. Me quedé a bailar un rato, me animé un poco, y luego me fui con una amiga al festival de jazz. Volví a casa más tarde de medianoche, con bastante mejor humor.

Gwen ya se había acostado, fui a la mesa y cogí la bolsa de plástico para bajar a mi habitación. Entonces vi que debajo había otro sobre. Este era pequeño, y de color marrón, de papel reciclado, de esos que usa el gobierno de Canadá. Pero no era el permiso de trabajo, demasiado pequeño.

Lo abrí, y me encontré con un cheque de $75, que tenían que devolverme por una de las dos solicitudes oficiales que había hecho entre muchos otros papeleos. Bajé a mi habitación, y entonces recordé, una vez más, una lección importante que he aprendido:

Por muchas cosas que tengas, por mucha gente que conozcas, y por mucho que valores todo eso que tienes en tu vida, nada ni nadie es tan imprescindible como para que, si alguna vez pierdes algo, o muchas cosas a la vez, o incluso todo, no puedas volver a ser otra vez tan feliz como lo eras antes. No puedes sustituir lo que tenías, y la perdida puede ser muy dolorosa a veces, pero puedes encontrar otras cosas y otra gente que te darán tanto como tuviste antes. Porque al final, lo único importante que tienes en todo momento es a ti mismo.

Sé cuáles son las cosas que quiero tocar. Sé dónde hacerlo. Y ahora tengo $75 ocmo presupuesto para conseguir las partituras. Esta semana lo haré otra vez.

domingo, 3 de julio de 2005

La isla de los famosos

Montreal es, para los que no hayáis mirado un mapa de la zona, una isla. Así que estoy convencido de que aquí se rodará la próxima edición de La Isla de los Famosos. ¿Cómo lo sé? ¡Porque ya me he encontrado con otro!

Ayer fui a ver el espectáculo "Tango Flamenco". EL teatro se llama Jean Duceppe, en honor de un famoso actor quebecois. ¿Y quién estaba sentado dos asientos a mi derecha? Pues su hijo, Giles Duceppe, que no es actor precisamente (¿o sí?).

Sí, he tenido a tiro de colleja al jefe del Bloc Québécois. Es como si os encontráis con Artur Mas o con Josu Jon Imaz en España. Eso sí que habría sido un titular. Qué cobarde soy... (aunque entonces sí me habrían echado de aquí, pero al canal, estoy convencido).

Por cierto, a ver si encontráis el error en el mapa. Están locos estos nacionalistas...

sábado, 2 de julio de 2005

Fotos del desfile

Ea, que luego decís que aquí no hay fotos. El edificio acristalado que sale siempre al fondo es mi futura facultad (justo al lado de donde trabajo ahora).






Mini-video de mi apartamento

He grabado un vídeo con mi cámara de fotos. No se ve gran cosa por la falta de luz, pero es mejor que nada. Justo al final, lo que se ve por la ventana es la puerta del edificio donde trabajo Aquí tenéis el link, son unos 3.6 MB en formato MOV. Si os da error por tasa de transferencia, tendréis que intentarlo un rato después (todas las fotos y demás están en Yahoo! y el límite es unos 4.7 MB/hora).

Un loco día de no-mudanza

Como diría Astérix, "¡están locos estos canadienses!". No sólo en Montreal todos se mudan el mismo día, sino que además eligen el 1 de Julio, la fiesta nacional. Claro, hay desfiles y celebraciones, se cortan calles importantes... así que es imposible encontrar un camión o un par de fornidos canadienses si no lo has preparado todo con antelación. Se suponía que yo no tendría ese problema. Diario de un día nada normal:

8.10: madrugoncillo para ir a la facultad antes de que traigan mi cama; deberían haberla traído el jueves por la noche pero el mozo se olvidó del encargo (por lo visto los canadienses tienen la divertida costumbre de no avisar, simplemente te encuentras con que la persona a la que esperas no viene).

8.50: llego a la universidad.

9.00: llego a mi despacho. Los 10 minutos se deben a que tengo que ir al otro edificio, firmar y pasar por el túnel que los conecta para ir a mi oficina. Todo por no hacerlo por separado en los dos edificios.

9.10: veo un par de llamadas perdidas. Salgo del despacho.

9.25: llego al portal. La todavía dueña de la cama está allí sola, dice que el del camión no apareció, le llamó y está enfermo (¿celebrando con un día de antelación, quizás?). Imposible encontrar a nadie más, y aunque lo hagamos nos costará una pasta, así que hasta el lunes no tendré cama. Como me ha traído almohada y sábanas, intento subir, pero ninguna de las dos llaves abre el portal. Llamo al conserje y no está, le mando un sms.

9.35: me dice que llegará a las 10.30, le espero tomando un café. A las 11 es el desfile y es justo al lado, pero me he dejado la cámara.

10.40: sigo esperando. Me voy al despacho a por la cámara, que siempre la llevo con el ordenador.

11.00: salgo de la universidad sin la cámara, debe de estar en casa. Peter, el conserje, me da la llave y subimos. Sorpresa, el apartamento está vacío de verdad. Es decir, si descontamos toda la mierda acumulada. Me voy a casa a por la cámara y me voy al desfile.

El resto del día lo paso empaquetando cosas, que no son muchas pero suficientes para hacer unos cuantos viajecitos.

Epílogo: sigo durmiendo en casa de Gwen hasta el lunes, ella no está, se ha ido un par de semanas a su tierra natal (Saskatoon, provincia de Saskatchewan). Hoy he ido a comprar unos útiles de limpieza, pasaré un par de horas frotando. Pero no tengo mucho tiempo, uno de los muchos conciertos del Festival Internacional de Jazz es "Tango Flamenco", que viene de Madrid, y tengo una entrada para hoy. Por cierto, en el festival hay montones de conciertos gratis, hay varios escenarios al aire libre donde tocan artistas durante la tarde hasta más allá de medianoche. Creo que durante un par de semanas no madrugaré mucho... me voy a limpiar, ya pondré las fotos del desfile y las que haga del festival.