jueves, 19 de mayo de 2005

Esta vez, política

Pues sí, voy a hablar de política. Pero no de la nuestra, del debate del Estado de la Nación, ni de Zapatero ofreciendo diálogo a ETA, ni de otras cosas de las que sólo sé lo poco que leo por internet. Voy a hablar de política canadiense, porque aquí también están pasando cosas muy gordas.

La situación aquí es la siguiente: el gobierno está en manos de los Liberales (como el PSOE pero más eficientes) y la oposición la forman los Conservadores (como el PP pero más de derechas) y el Bloc Quebecois (como los nacionalistas catalanes pero con muchos más votos, porque Quebec es enorme). Luego está el NDP (como IU pero mucho menos radical) y algún independiente suelto.

Hace unos meses, saltó un escándalo bastante gordo, por unos fondos federales destinados a la provincia de Quebec que terminaron en manos de algunos políticos locales. Desde entonces, los Conservadores y los Quebecois no paran de pedir nuevas elecciones, porque no se puede consentir un gobierno tan corrupto y todo eso. Los Liberales dicen que no va a haber elecciones ahora, porque los canadienses en general no quieren (cosa que es verdad). La oposición (llamada a veces "Unholy Alliance" por los dos partidos tan opuestos que se han juntado) está decidida a conseguir una moción de censura contra el gobierno.

El hecho es que precisamente hoy hay una votación que es vinculante en ese sentido. Pero no es una votación cualquiera: se votan los presupuestos generales. Y por primera vez en muchos años, hay un gran apoyo popular a los presupuestos. Además, el NDP ofreció hace una semana su apoyo al gobierno a cambio de una enmienda: quitar una futura reducción de impuestos a grandes empresas e invertir el dinero así obtenido en diversas reformas sociales. Con ese apoyo se igualan mucho los votos.

Así que la oposición no quiere rechazar los presupuestos (mala imagen política) pero quieren ganar la votación al gobierno. Y todo esto no se pondría tan interesante si no fuera por el recuento parlamentario que se prevé:

- A favor: más o menos 152

- En contra: más o menos 152

Por supuesto, todo son cábalas a estas alturas. Además el martes hubo un nuevo bombazo: una parlamentaria conservadora, que hasta se había presentado hace tiempo al liderato de su partido, acaba de pasarse a los liberales (aquí dicen "cross the floor" porque el parlamento está dividido en dos mitades, como en Gran Bretaña) quienes por supuesto le han dado un puesto en el gobierno. Así que ahora la elección está casi igualada. Sólo hay tres incógnitas que deciden:

1. El voto de dos independientes. Uno de ellos casi seguro que vota a favor. El otro ha pedido al gobierno el envío de 500 soldados a la masacrada región sudanesa de Darfur a cambio de su voto en lugar de los 60 previstos, pocas cosas más razonables que esa se pueden pedir.

2. El voto del "speaker", que es el que decide en caso de empate. Tradicionalmente siempre apoyan al gobierno.

3. Lo más alucinante de todo: uno de los parlamentarios conservadores no podrá votar porque el día antes tiene una operación (según creo tiene cáncer). Pues bien, otro parlamentario del NDP se ha ofrecido voluntario para no ir a votar y compensar (!!!). El caso es que hay otro enfermo en las filas liberales así que igual no hace falta.

¿Os imagináis algo así en España? Si hasta a veces ha habido quejas de que en el parlamento algunos estiraban el brazo para votar por los compañeros que no habían ido... Pues eso, que aquí también hay líos políticos, corrupción y luchas por el poder, pero también hay cosas de las que podríamos aprender un poco en casa.

La próxima vez, retomo un poco la crítica cinematográfica, o cualquier otra cosa menos seria.

2 comentarios:

... y Anónimo dijo...

Joder, la leche, por cierto, ya hablas frances?
Vaya, alli si que se lo toman en serio, me acuerdo de que aqui llego tarde mayor oreja y sacaron la votacion sobre el plan ibarretxe adelante.
Chapeau para los Canadienses.
P.D. David, creo que tus hormonas estan al 100 por 100.
Tu estas embarazado.

... y David Sevilla dijo...

Nunca pensé que acabaría escribiendo algo así, menos en internet, pero ahí va:

No, no estoy embarazado.

(Por otra parte es una divertida manera de llamarme gordo, cosa que sí empieza a pasarme).

Y ya que estamos, algo de francés hablo, sí... ya contaré divertidas experiencias relativas.