jueves, 9 de junio de 2005

La casa de tu vida

Creo que no os he contado nada de mis andanzas inmobiliarias, ya va tocando. Como os he dicho, he alquilado una habitación a Gwen, profesora retirada de inglés y amiga de John, en el sótano de su casa. Precio: $400 al mes (1 Euro = $1.6).

No tengo intención de estar allí para siempre, me apetece un sitio para mí solo, aunque con ella estoy genial. Mi idea es mudarme como muy tarde en septiembre. Viviendo en una ciudad grande, tengo dos opciones: o me quedo más o menos cerca de la universidad, lo que significa pagar más, o me voy a alguna zona alejada, lo que asegura tranquilidad y buenos precios pero también frecuentes paseos en metro y bus. Prefiero la primera, porque no quiero estar pendiente de horarios tempraneros para dejar juergas a la mitad, o dar largos paseos bajo copiosas nevadas. Además en teoría mi sueldo me permitirá vivir tranquilo. A modo de comparación: un apartamento que tiene Gwen, con dos habitaciones, lo alquila por $1000, mientras que el apartamento de unos amigos, que viven a media hora de metro, les sale a $400.

Pues nada, hace unos 10 días Gwen me dijo que entre mitad de junio y final de julio se le quedaba libre ese apartamento. Y como sabe de mis intenciones y de la posibilidad de visitas veraniegas, me dijo que me lo dejaba por $800 las seis semanas (la mitad del precio habitual). Después de pincharme un par de días, le dije que sí. Pero claro, fíate tú de lo que te digan: ayer me dijo que unos amigos suyos, que vienen siempre en verano a casa de unos familiares, no podían quedarse con los susodichos así que me quedaba sin apartamento. Me mosqueó bastante, pero como todavía nadie parece venir a visitarme, pues ni tan mal. Casi lo peor era que ya estaba empezando a pensar en la interesante posibilidad de organizar mi primera fiesta de cumpleaños...

Y hoy había estado pensando en empezar a mirar piso, aunque sea un poco pronto, cuando el caprichoso destino se ha cruzado otra vez delante de mí: un austríaco que trabaja en mi departamento, y con el que coincido a ratos en mi despacho, me ha dicho hablando de todo un poco que un amigo suyo se muda y deja libre un apartamento, con urgente necesidad de pasárselo a alguien para julio (por no perder el dinero de ese mes). Está a 4 estaciones de metro de mi universidad, cerca de los sitios donde bailo... las pegas son el precio ($785 todo incluido, aunque me puede valer) y que me lo da sin muebles (aunque ahora son frecuentes los "junk sales" de gente que se libra de cosas antes de mudarse). El propio austríaco se va a Australia así que se va a librar de muchos muebles este mismo sábado, me pasaré por allí a ver qué le compro. Vamos, que igual en 20 días tengo piso y muebles... o no, ahí esta lo emocionante...

0 comentarios: