Más de lo mismo
Pues qué queréis que os diga, me alegro mucho de saber que de hecho hay gente que lee esta página, claro, pero eso es presión añadida para el que escribe, porque sólo hay una pequeña cantidad de cosas interesantes que contar... y cuando llegue el momento de contar las verdaderamente interesantes, diré que soy un caballero y me saltaré todos los detalles. No es que lo sea, es que irán por email destinados a personas muy concretas con el doble objetivo de dar envidia y crear alegría por el bien común. Creo que muchos ya sabéis que mi punto de vista es el mismo que tenía cuando jugaba con los demás niños en el patio del cole: "Por mí y por todos mis compañeros, pero por mí primero".
Pues puestos a contar algo que no sea el típico "he ido a bailar varias veces este finde pasado", ayer fui a cambiar dinero. No euros por dólares (NOTA: sí, aquí hay dólares, pero canadienses, que valen 2/3 de euro). No, dólares por dólares, porque aquí los billetes de 100 no te los cogen en casi ningún sitio por las muchas falsificaciones que hay. Pues bien, fui a un banco donde me dijeron que no manejaban efectivo (a mí me recuerda al chiste de "vaya mierda de adivino"). Me aconsejaron acercarme a alguna oficina de cambio donde me lo cambiarían de buena gana. Bueno, aquí en la calle principal del "downtown", que me pilla muy cerca, hay montones, así que fui a la más cercana. La tipa que estaba allí me cambiaba los 300 dólares por billetes más pequeños, pero ¡me cobraba 2 dólares! Según ella, porque el banco se los cobraba a ella. En fin, digo que si porque estaba harto ya, pero cuando me da el dinero... le pido un recibo. Me dice que no me da uno por cambiar dólares a dólares, pero le digo que no tiene mucho sentido que precisamente por eso me cobre, ¿no? Total, me dice que si quiero me lo devuelve ("of course!") así que me voy de semejante nido de sanguijuelas a otro banco donde sí me lo cambian y gratis (aunque después de 25 minutos de cola).
Ea, que no se diga que todo es bueno en la tierra del sirope de arce...
EL RINCÓN CULTURAL DE DAVID: Fui a ver Sin City, una película basada en las novelas de Frank Miller, cine policíaco-mafioso muy violento (es de Robert Rodríguez) pero que ha capturado perfectamente el espíritu de los libros. Si no os disgusta la violencia gratuita (eh, que los malos se lo merecían) pues vale mucho la pena verla.
En fin, a ver si otro día hago algo más cultural que ir al cine.
PD: A ver si me firmáis los posts, que luego no sé con quién meterme privadamente por email...
6 comentarios:
Oye, que cabrona la tia, alli que pasa, que incluso las oficinas de los bancos estan llenas de chorizos?
Por cierto, algo asi le paso a Antonio David...(nota cultural).
Joerrrrrr q fuerte, billetes q no te pillan en ningun sitio, bancos que no manejan billetes, oficinas de cambio q no dan recibos... rarrrroo rarrrrooo rarrrroooo o_0
Por cierto, que suerte que alli ya tengais en cartelera Sin City, hace tiempo que vi el trailer en la red y tengo ganas de verla!
Besitossssss
--CArmen.
Estoy dispuesto a haceros el servicio público siguiente: si van a tardar en estrenaros una peli, me lo decís y así os digo qué tal está :P El caso es que a mí me vale todo para pasar un rato... Si no me equivoco, el estreno que más espero, "Hitchhiker's Guide to the Galaxy", me lo pierdo porque estoy en España...
David
De parte del Señor Domingo:
Se hace saber, que me gustaria que me contaras que tal esta la star wars tres, que me senti timado con la primera, decepcionado con la segunda y no se como sentirme con la tercera.
He dicho.
Puedo decirte desde ya (y no te llames a ti mismo señor, aunque no creo que nadie más te lo vaya a llamar en mucho tiempo) que no tenía siquiera mucha intención de verla, pero además estoy bastante convencido de que el estreno de esa será mundial y podrás verla incluso 6 horas antes que yo. Así que eso te da margen a TI para contarME si vale la pena verla.
Hola David. Te corrijo lo de que nadie llama señor a Domingo. Hay que decir que nadie llama señor a Domingo sin añadir "está dando un espectáculo".
Viva Corrales y sus lugareños, que tanto juego nos dan.
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