lunes, 25 de septiembre de 2006

Estrés

La semana pasada empecé a ir a un curso que dan aquí en Concordia, sobre superficies de Riemann (matemáticas, vamos) para ver si aprendo algo, porque el tema está relacionado un poco con las cosas que yo hago, aunque en realidad sólo hago calculos por aquí y por allá sin saber si le valen a alguien (sospecho que no). Hoy he empezado otro, sobre cuerpos algebraicos de números (matemáticas, vamos) porque John mencionó el otro día que uno de los cálculos que estoy haciendo estaba relacionado con eso.

El caso es que en más de un año apenas he investigado nada. En parte por ser un vago, o más concretamente por falta de disciplina para pegar el culo a la silla y aprender cosas nuevas, o tirarme al precipicio investigando algo desconocido, en vez del cómodo tecleo del trabajo con ordenador. Pero en mayor parte todavía, porque mi jefe no me da cosas que hacer. ¡Cálculos! Pero si no están destinados a ninguna investigación en concreto, ¿para qué los hago?

Y este no es como otros trabajos, donde cobrar es condición suficiente para hacer lo que te digan, aunque sea hacer el vago. Aquí, si no investigo y publico, mi CV no mejora (publicar es lo que más cuenta) y será muy difícil encontrar trabajo en el futuro, que la carrera de investigador ya es complicada de por sí. Así que lo hago por mí sobre todo.

Hoy durante y después de los cursos me ha dado un bajón: aquí estoy yo, aprendiendo cosas, como los dos meses que John se fue (aunque entonces fue por mi cuenta, que exige más disciplina) pero sin saber para qué lo hago. Son cosas interesantes, sí, pero ¿me valdrán para algo o caerán en saco roto? ¿No debería estar produciendo cosas en vez de prepararme para... nada?

Investigar por mi cuenta es lo que tengo que hacer, pero hay que conocer el tema para saber dónde rascar, y no es mi caso porque, como no he investigado en estos temas de mi jefe, no he aprendido casi nada. Asumir mi parte de culpa no me hace sentirme mejor, claro. Así que supongo que volveré a leerme mi propia tesis, para ver qué puedo rascar en los temas que ya conozco. Y a aprovechar por mi cuenta los 8 meses que me quedan con él. La verdad, si me dan la beca de dos años que había pedido para quedarme, la cogeré pero no dejaré de buscar cosas para irme de aquí.

Ea, que no se diga que no me desahogo con el blog. Para contar algo positivo, diré que me he llevado una muy buena sorpresa hoy, con la venta anual de libros usados de Concordia. Montones de libros a 1, 2 y 3 dólares casi todos. Me he acabado comprando unos 16 libros por $35. ¡Y mañana abren otra vez! Ah, mañana empiezo mi curso de aerobic nada menos que a las 8am, si no escribo en un par de semanas ya sabéis por qué ha sido.

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