Una paliza para David
El sábado por la mañana, Rana me llevó a que me pegaran una paliza, por la que además pagué $35. Según ella era un masaje, porque me duele un poco la espalda de vez en cuando; pero la masajista se empleó a fondo para acabar con las tensiones acumuladas: parte del masaje es clavar codos y dar puñetazos en las zonas a "relajar". No fue nada agradable, aunque no dolió demasiado porque por lo visto mi espalda estaba bastante bien. Por otra parte, Rana sufrió antes que yo, y luego sufrió conmigo (aunque seguro que una parte de su subconsciente opinaba que yo me merecía algo parecido, por las pequeñas cosas que van acumulando en una relación).
Además, mis amigos Emmanuel and Yukiko me dicen que vaya a hacer yoga con ellos, pero una variante: "yoga caliente". Lejos de lo que vuestra imaginación os lleve a pensar, es simplemente yoga a unos 40 grados, igual que en la India. Por lo visto, las primeras veces es una tortura.
Y encima la semana que viene empiezo en el gimnasio. Lo que hay que hacer para cuidarse un poco... menos mal que en cuanto a comer, me he acostumbrado ya a hacer vida sana (bueno, más que antes).
1 comentarios:
Menos quejarte, que aunque te metan un poco de caña, seguro que te lo mereces por alguna cosa que a alguien le habrás hecho. Al final, el balance termina cuadrando, cuate.
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