Casi...

He estado a puntito de hacer deporte este finde. Por los pelos...

Todo empieza hace una semana, cuando un colombiano al que conocí en una charla del departamento me avisa de que hay un grupo que se reúne para practicar francés y español, y que van a quedar el viernes. Allá que voy, y me encuentro con un par de docenas de estudiantes de muchos países distintos. Después de estar un buen rato tomando algo, nos fuimos a un karaoke. Muy divertido, gente muy maja.

Pues lo último en lo que quedamos fue en echar un partido de fútbol el domingo por la mañana. Tras convencerles de que es pecado madrugar en domingo, quedamos a las 10. Iba a ser un día lleno de cosas, porque después del partido tenía pensado empezar otra vez el curso de Tai Chi, y además tenía práctica de tango. Pues al final, después del madrugón, llegué al parque y no me encontré a nadie más que a otro despistado como yo que también estaba esperando. Nos dimos una vuelta (varias) por el parque, y luego nos fuimos a comer. Para colmo, tampoco fui a Tai Chi, mal comienzo. Al tango sí que fui.

Igual el finde que viene me voy con unos amigos a Ottawa, la capital del país, a ver el Festival del Tulipán. Pero antes de eso tengo que seguir persiguiendo a John para que me firme la renovación, encima hoy vino a preguntarme y me pilló ocupado llamando a casa, y cuando acabé se había marchado. También tengo que buscar camión para la mudanza, que por suerte puedo hacer el día 30 de junio y quitarme de líos. Por cierto, aparte de ser tan grande como el apartamento actual, más soleado y más barato, tengo una inmensa terraza. Tan inmensa, que es en realidad el tejado del edificio de al lado. Ya haré fotos (en julio, claro).

¡Saludos!